Al Xeneize le costó doblegar a su rival, sobre todo en el primer tiempo, pero logró imponerse gracias a los goles de Orsini (dos), Vázquez y Zeballos. Di Vanni descontó para el Charrúa
Después de atravesar días agitados por el conflicto con Almendra y Varela, que fueron sancionados por Battaglia, y las fuertes declaraciones de Darío Benedetto, Boca Juniors dio el primer paso en su defensa del título en la Copa Argentina: goleó 4-1 a Central Córdoba de Rosario en el estadio Mario Alberto Kempes.
Nicolás Orsini -2-, Luis Vázquez y Exequiel Zeballos (de penal) anotaron para el vencedor, mientras que Guido Di Vanni le había inyectado suspenso marcando el empate parcial en la primera etapa, que culminó igualada.
A pesar de la postura agresiva y entusiasta del Charrúa, que intentó disputarle la pelota al Xeneize y se animó a atacar, los dirigidos por Battaglia remarcaron la diferencia de jerarquía en las acciones, generando media docena de situaciones claras de gol en poco más de 20 minutos. Con Vega mostrando condiciones de eje, Oscar Romero de conductor y Salvio y Orsini a pura movilidad.
Anotó Orsini a los 13′, con un bombazo tras asistencia del afilado enganche paraguayo, pero pudieron ser varios más. El propio centroatacante y el Toto se toparon con la resistencia del arrojado arquero Giroldi.
En el primer bajón de intensidad del elenco auriazul, Central Córdoba se cobró el empate a los 25′. Luego de la mala salida de Rolón, Ríos envió el balón al área y encontró desordenada a la zaga boquense. Di Vanni se elevó más que nadie y, de cabeza, firmó la sorpresa.
Y ese golpe inesperado lo desacomodó a Boca. Que siguió llegando (Giroldi volvió a taparle un cara a cara a Salvio a los 29′ y a Orsini le sacaron un balón en la línea a los 46′), pero por momentos vio cómo Córdoba le tocaba la pelota, con el pequeñín Tomás Gaitán como titiritero, al punto que los rosarinos contaron con chances como para marcharse al vestuario en ventaja.
En el segundo tiempo Central Córdoba se quedó sin piernas. El trabajo de concentración plena, de cobertura de espacios a partir de la mitad de campo, empezó a ser menos efectivo. Al mismo tiempo, Romero dio un paso atrás en el campo para evitar el pressing y oficiar de lanzador a distancia. Y los ingresos de los pibes (Medina, Zeballos y Vázquez) terminaron de volcar el juego decididamente a favor de Boca.
El paraguayo falló un gol con el arco vacío y la tensión por no poder romper la igualdad iba ganando las piernas del Xeneize. Hasta que a los 21 otra vez Orsini apareció para rematar cruzado y destrabar el pleito para el campeón defensor. Y, si bien el ingresado Juan Manuel Cobelli casi rubrica un impensado 2-2, el complemento se tiñó de azul y oro.
Luis Vázquez, hoy relegado por Benedetto y por Orsini, volvió a probar su valía, que pocos minutos le alcanzan para encontrarse con la red, y selló el 3-1. Y Zeballos cerró la faena al ejecutar un penal que él mismo favricó. Así, Boca respiró, con margen para pensar en la serie de 16vos. de final, ante el ganador del duelo que protagonizarán Ferro Carril Oeste y J.J Urquiza. Y tratar de dejar atrás una semana agitada por cuestiones extradeportivas.