No goleó ni gustó, pero ganó. Y eso era fundamental para levantarse del porrazo ante Lanús. Central derrotó 1-0 a Godoy Cruz, con gol de Malcorra de penal, y volvió a posicionarse en la zona alta de la tabla.
La pelota comenzó a rodar. Central se paró en el inicio con un 4-4-2 clásico, con Francis Mac Allister algo más adelantado que Kevin Ortiz y Jaminton Campaz acompañando a Alejo Veliz arriba. El protagonista en los primeros minutos fue Pablo Echavarría, que demoró más de la cuenta en cada detención, hizo todo muy charlado y durmió un partido que venía condimentado por el empuje de los hinchas canallas.
Las chances afloraron después de los 10 minutos, primero con un tiro libre del Tomba que no tuvo destino y después con Campaz, que quiso hacer gala de su remate de media distancia pero no le dio la suficiente potencia para incomodar al Ruso Rodríguez. Pero fue un aviso. Y el colombiano estaba movedizo, alternando entre derecha e izquierda.
Godoy Cruz volvió a inquietar, esta vez a los 15’ y con más peligrosidad, a través de un remate del chileno Thomas Galdames, que dejó el lateral izquierdo para apretar a Mac Allister y se la robó (después de un caño infructuoso del 5). El tiro se fue acariciando el palo izquierdo del arco de Fatura Broun y levantó suspiros en las tribunas.
Central empezó a mover fichas para romper la quietud general. Facundo Mallo salía desde el fondo para correr marcas y abrir espacios, Campaz se tiró más atrás para colaborar en la gestación de juego y Mac Allister se liberó del doble cinco para ampliar opciones de pase. Justamente a través de Francis germinó la apertura del marcador. El 5 apareció por izquierda, metió un magnífico cambio de frente para la entrada de Damián Martínez, que perforó el área y fue derribado por Galdames. Nacho Malcorra agarró la pelota, la puso en el punto de penal, se paró recto y con una breve pausa definió rasante a la derecha del Ruso Rodríguez. Central arriba.
La pálida del primer tiempo llegó por la lesión de Mac Allister, uno que venía teniendo un interesante partido, que salió golpeado y le dio ingreso a Walter Montoya. Las acciones mutaron hacia choques constantes que nuevamente frenaron el ritmo frenético que había adquirido en algunos tramos. Más imprecisiones que aciertos. Y también amonestaciones para ambos bandos. No hubo tiempo para mucho más que un tiro libre de Campaz que rebotó en la barrera y le puso fin a los primeros 45 minutos.
Sin cambios en el descanso, todo igual, y a seguir. Echavarría hizo sonar el silbato y el complemento se puso en marcha. Godoy Cruz apretó levemente más arriba, el canalla se comenzó a arrinconar solito. Russo gesticulaba al borde la línea de cal y les pedía “¡salgan!” a sus dirigidos, con las manos hacia adelante. Central le hizo caso al DT y se alejó de la covacha. Allí se emparejó todo de vuelta.
Lo anticipado. Russo estaba deseoso de cambiar piezas en ofensiva y mandó a la cancha a Bianchi en lugar de un extenuado y algo tocado Bicho Campaz (al término del PT se fue al vestuario tocándose el posterior izquierdo). Y en la primera que tocó el ex All Boys casi manda a sacar del medio al Tomba, pero el remate cruzado que sacó desde la izquierda no tuvo final feliz. Fue la primera clara del canalla en el segundo tiempo.
Russo aplaudía, no para festejar algo, sino para despertar al equipo. La gente alentaba y también aportaba su granito de arena para empujar al once. Central se venía quedando.
La zona definitoria del juego se dio con un Tomba atacando tímidamente, sin argumentos y a puro empuje. Central esperaba pescar alguna pelota suelta o recuperarla para salir de contraataque y finiquitar el partido. Tuvo algún mano a mano pero lo desperdició. No mucho más que eso.
Los de Russo aguantaron a pura entrega, con un Montoya corriendo a todos, Damián Martínez empujando y bloqueando su sector, Quintana y Mallo como murallas, Ortíz recuperándose de un flojo primer tiempo y sacando el equipo adelante, Bianchi y Veliz solitarios arriba pero dando una mano cuando podían, así fueron los últimos minutos canallas. Muy parecido a lo que se vio ante Argentinos, aguantando sobre el final a pura entrega y con la actitud que siempre demanda Russo.
Central tenía que reencontrarse con la victoria y lo consiguió. Las formas seguirán puliéndose en la semana. El examen lo rindió bien, para la aprobación final aún le falta preparase.
Fuente: La Capital