El canalla perdió 1-0 ante 12 de Octubre, en el debut de ambos en la Copa Sudamericana. Pablo Velázquez, a los 69′, marcó el gol de la victoria paraguaya que fue un duro castigo para un Central que no tuvo juego ni ideas.
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Central fue más que 12 de Octubre y tuvo chances claras para desnivelar, pero sin embargo se volvió de Paraguay con las manos vacías, en su debut en la Copa Sudamericana. Fue un 1-0 doloroso en el arranque del grupo ante un rival que mostró poco y nada, pero que sin embargo fue oportuno en una de las pocas chances que tuvo y se ericia del canalla.
La derrota le dolió mucho al canalla, no solo por lo poco que mostró desde el juego, sino también porque la sufrió ante un rival que solo se preocupó por defenderse, pero supo aprovechar la falta de ideas y la escases de recursos del canalla que falló en la gestación y en la definición.
Es que con Vecchio muy solo -y lejos del arco rival- y sin compañía para armar juego, el canalla tuvo empuje pero pocas ideas. Tuvo enjundia y coraje, pero casi nada de fútbol. Y se sabe que si el Diez no juega, al canalla le faltan interlocutores válidos para esa función. Aún así tuvo chances claras para marcar y ponerse en venta, especialmente por lo hecho en el primer tiempo. Pero no estuvo fino en la definición y lo terminó pagando con una derrota totalmente evitable en el primer partido del grupo A.
En los primeros minutos, Central y 12 de Octubre mostraron posturas similares. Los dos priorizaron el orden y esperaron en defensa para tratar de salir rápido y en velocidad cuando tenían la posibilidad. El medio era solo una zona de transición.
En ese contexto, el equipo paraguayo mostró más vocación de ataque que el canalla en el arranque, pero sin llegar a preocupar a Fatura Broun. Sin embargo, la más clara la tuvo Central con un cabezazo de Ruben -llegó muy incómodo- que se fue apenas.
A partir de ahí, Central se adelantó en el terreno de juego y por momentos comenzó a manejar el trámite, aunque sin tener juego ni circulación fluida de la pelota y, por ende, tampoco profundidad.
En el cierre de la etapa, los canallas fueron más punzantes y tuvieron situaciones para desequilibrar con un cabezazo de Gamba, que el arquero mandó al córner, y en una llegada de Ferreyra al que le faltó final.
El arranque del segundo tiempo mostró a un Central más ambicioso y decidido en busca de la victoria, aunque no llegaba a lastimar, más allá de que el juez ignoró un manotazo a Ferreyra dentro del área, que debió haber sancionado penal.
El dominio canalla no se plasmaba en el área rival, y en contrapartida Broun debió esforzarse para evitar la apertura del equipo paraguayo. En la contra, el canalla estuvo a punto de desnivelar en un zurdazo de Zabala que se fue cerca, tras una buena jugada de Vecchio.
Sin embargo, y en medio de la búsqueda improductiva del canalla, el local sacó ventaja con un disparo desde fuera del área de Pablo Velázquez, que dejó sin chances a Broun y puso en ventaja al local en Paraguay.
En el cierre cuando el canalla mandó todos los tanques al área rival, el arquero le cometió un claro penal a Laso al salir en un centro con la rodilla muy alta e impactar al defensor canalla, pero el juez venezolano otra vez hizo caso omiso y dejó seguir. Después quedó tiempo para el empuje y la enjundia de Central en busca del empate, aunque sin juego y sin ideas y, por ende, sin profundidad. Y el canalla lo terminó pagando con una derrota dolorosa en el arranque del torneo, no tanto por el trámite sino porque fue una derrota absolutamente evitable ante un rival que hizo poco y nada por la victoria pero que se quedó con un premio excesivo.