Martínez Dupuy zafó del agarrón que era penal y la empujó a la red. Sández lo grita con todo. Fue el tanto del triunfo de Central.
Central y un triunfo que vale un montón. Muchísimo más que los tres puntos que se metió en el bolsillo y se trajo a Rosario. Porque fue en el segundo partido del ciclo Holan y aunque parezca una nimiedad, no lo es. No hay nada mejor que un par de buenos resultados en el comienzo de un nuevo proceso y el Canalla lo hizo. Ante el duro Central Córdoba le dio sustento al empate en La Plata. Por eso, el gol de Martínez Dupuy y el festejo del final es “la” foto de esta victoria ajustada pero increíblemente valorada en todo Arroyito. Atrás, los siete sin ganar y los ocho sin sumar de a tres como visitante.
Con una apuesta clara desde los conceptos, Central tuvo un primer tiempo de mayor a menor, como si el físico también hubiese jugado. Es que en el arranque, al traslado prolijo le pudo agregar asociaciones, rotaciones y algún que otro cambio de ritmo. Esa combinación entre Lovera, Malcorra, Jonatan Gómez y el pase profundo a Damián Martínez (no llegó a empujarla) pareció un buen ejemplo. Central lo buscaba de una forma clara, aun exponiendo como contrapunto una defensa que marcaba muy en línea. Por eso Atencio avisó desde el borde del área.
Pero mientras la intensidad le daba, el intento era viable. Copetti no pudo conectar de taco después de otra buena jugada entretejida pelota al pie, a la salida de un córner, entre Lovera, Malcorra y Giaccone.
Las dos caras de Central
Eso sí, Central era un equipo cuando iba y otro cuando volvía. La exposición por momentos era demasiada. Godoy le comió la espalda al Gitano Martínez, pero se topó con la tapada increíble de Broun.
A esa altura ya era un partido de ida y vuelta constante y Central, que siempre buscaba la elaboración, tuvo la más clara del primer tiempo en la corrida de Malcorra por izquierda (dejó a dos en el camino) que terminó con el centro volado al segundo palo. Giaccone tuvo que empujarla y en el intento forzado la despejó. Otra individual de Lovera por izquierda terminó con una mediavuelta de Copetti que tapó Ingolotti.
Llegó el parate para la hidratación y allí fue cuando a Central se le terminó la batería. Ya no elaboró como antes y, para peor, cometió algunos errores groseros. El ataque vertical de Atencio (pasó primero a Ortiz y después se metió entres los centrales) terminó con otra atajada fenomenal de Fatura y, al toque, un error en la salida y un intento fallido de Sández hizo que Benítez definiera por encima de uno canalla. Salvó Caramelo Martínez sobre la línea. Atencio lo tuvo otra vez, pero la tiró por arriba.
Holan tomó nota de la mala contención, adentro Barbieri y Caramelo al medio, en lugar de Ortiz (O’Connor ya había ingresado en el PT por Malcorra). El equipo mejoró, pero en parte porque Central Córdoba ya no atacaba como antes. Y al Canalla también le costaba, demasiado. Lovera no desequilibraba, O’Connor manejaba, pero nunca aceleraba y del otro lado Giaccone seguía confundido. El único claro era Mauricio Martínez, pero todo lo hacía demasiado lejos.
Por eso el partido se hizo chato anodino. Del lado del Canalla fue Sández quien tuvo que tomar la batuta, con un par de cambios de ritmo. En medio de esa confusión, la primera más o menos clara fue de Dupuy (recién ingresado), con una media vuelta que tapó Ingolotti.
Fue el propio Dupuy el que ganó por derecha y metió un centro muy fuerte para Ruben. Y el que a los 44’, capturó el toque de Ruben tras el córner de O ‘Connor y definió desde el piso, para el gol de una victoria que pudo asegurar Ruben pero se le fue larga. Nervios, aguante y Central lo hizo con su nueva línea, jugando sin reventarla. Un triunfo que vale más que los tres puntos que se llevó para Rosario.
Fuente: La Capital