La figura de Colón llega al Millonario con la intención de convertirse en el reemplazante de Gonzalo Montiel. En Santa Fe la familia lo despidió con una fiesta y esta mañana pasó por la revisión médica
El gran anhelo de la mayoría de los jóvenes en Argentina es poder triunfar con una pelota en sus pies, y más si es en un gigante del continente como lo es River. Este es el caso de Alex Gamaliel Vigo, lateral derecho de 21 años que llega al elenco millonario para ser el futuro reemplazante de Gonzalo Montiel tras brillar con la camiseta de Colón de Santa Fe y ser seguido de cerca por Marcelo Gallardo durante varios meses.
“Mi sueño es jugar en River y me pone muy contento que Marcelo Gallardo me quiera. Estoy muy ilusionado”, recalcó el propio deportista a inicios de este mes, dejando en claro cuál era su deseo en este mercado de pases. Mientras que el DT, minutos más tarde, reconoció: “Es un jugador en que nos habíamos interesado hace un tiempo atrás, nos interesa y tomamos contacto con Colón. El jugador está muy interesado”. Esta mañana ya pasó por la revisión médica, y es cuestión de horas para que firme su vínculo con la Banda.
Aunque hoy la vida le sonríe al oriundo de Colastiné Sur, lo cierto es que el defensor tiene una fuerte historia de vida, la cual contó por primera vez hace un año en diálogo con El Litoral. El joven fue abandonado por su padre biológico dos semanas antes de nacer y hasta los diez años era conocido como Alex Gómez, el apellido de su madre, Verónica, algo que cambió debido a una resolución de una jueza.
“Yo tenía mi apellido que era Gómez, el de mi mamá. Voy a contar todo, porque creo que es justo y que lo sepan todos… Mi padre biológico me abandonó antes de nacer… faltaban dos semanas… Pero ahora tengo a mi papá que es Jorge Rossi, y de él aprendí algo: ‘Padre es el que cría, no el que hace’. Yo nací y me crié en un rancho, no tengo vergüenza en decírtelo”, contó el deportista.
Ante este complejo escenario, su mamá decidió hacerle un juicio al padre de quien luego se convertiría en este gran deportista, ya que “no teníamos nada. Nos abandonó en un rancho y se llevó todo. Era para que por lo menos nos pase la cuota alimentaria”.
“La jueza le dijo a mi mamá que yo tenía que llevar el apellido Vigo, de mi papá biológico. Me lo tuve que poner y sacarme el de mi mamá. Yo tenía apenas diez años cuando pasó todo eso. Fue para poder comer”, contó sin rodeos el joven. Su hermana Aixa, al igual que él, tienen el mismo apellido. Sin embargo, sus otros dos hermanos (Abril y Uriel) son Gómez.
Toda su niñez y juventud la pasó en Colastiné Sur, en un pozo que se forma abajo del terraplén, en la costa misma del río Paraná, una zona que suele ser castigada cuando suben las aguas. Pese a que el Sabalero le ofreció mudarse a la pensión de la institución, él siempre prefirió estar cerca de sus seres queridos y darles una mano en los duros momentos.
“Yo tomé la decisión de quedarme ahí, ése es mi pueblo y tengo que ayudar… Había que ayudar a mi familia porque se vino feo, había mucha agua y había que ‘bolsear’. Todos teníamos que hacer el esfuerzo, porque el terraplén es chiquito y en ese pozo que se forma abajo del terraplén, ahí vivimos nosotros”, explicó Vigo. Y luego, añadió: “Yo le dije a Colón que no, que me iba quedar con mi mamá a ayudarla, a cuidar la casa y ayudar a la gente con el terraplén para que no se inunde. Nos quedamos día y noche con las bombas tirando y bolseando para que la inundación no avanzara”.
Alex, que llegó a Colón a los 9 años desde la UNL (Universidad Nacional del Litoral), en la Liga Santafesina, de la mano de “Chupete” Marini, y que se tomaba dos colectivos todos los días para poder entrenar (tenía aproximadamente hora y media de viaje), debutó en Primera División de la mano de Eduardo Domínguez el 28 de enero de 2019 en la victoria por 2 a 0 ante Argentinos Juniors.
Desde ese día la carrera de Vigo no paró de crecer. El marcador de punta derecho se convirtió en una pieza clave dentro del Sabalero y fue subcampeón de la Copa Sudamericana en 2019. En total disputó 44 partidos, en los que aportó 6 asistencias, fue amonestado en 10 ocasiones y nunca fue expulsado.
Horas antes de que emprendiera el viaje rumbo a Buenos Aires para la firma de su contrato con River, la familia de Alex Vigo le preparó una emotiva, y sorpresiva, despedida en su ciudad natal. Su hermana Aixa fue quien compartió el momento en su cuenta de Instagram, que rápidamente se viralizó.
Además del video que publicó en sus stories, también escribió un mensaje conmovedor junto a varias fotos. “Desde que tengo memoria siempre estuviste al lado mío y hoy me toca despedirte, pero me pongo feliz por vos porque sé lo mucho que te esforzaste para esto, a seguir creciendo ❤️ siempre juntos mellizo, el abrazo más sincero del mundo?”, fueron las palabras elegidas por Aixa.