El mandatario estadounidense informó que enviará 5.000 soldados a Afganistán para evacuar al personal de la embajada y otros aliados en Kabul. “Estamos trabajando para retirar a miles que han ayudado a nuestra causa y a sus familias”, aseveró
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, amenazó a los talibán con una respuesta “rápida y contundente” si atacan intereses norteamericanos en su actual campaña militar, en el marco de la cual Washington mantiene abierta una campaña de evacuación de funcionarios en la que participarán 5.000 militares estadounidense, 2.000 más de los autorizados inicialmente por la Casa Blanca.
Biden ha mantenido este sábado una videoconferencia con altos cargos de seguridad para analizar la situación sobre el terreno. Los talibán han logrado tomar en poco más de una semana dos tercios de las capitales de provincia, con conquistas estratégicas como la lograda este sábado en Mazar-e Sharif, y la presión aumenta sobre Kabul.
El mandatario estadounidense, que esta semana dijo no haberse “arrepentido” de sacar a las tropas, ha autorizado ahora que unos 5.000 militares gestionen la salida “ordenada y segura” del personal estadounidense y otros aliados, así como de los afganos que hayan ayudado durante la misión que está a punto de concluir, 20 años después de la entrada en Afganistán. “Estamos trabajando para evacuar a miles que han ayudado a nuestra causa y a sus familias”, aseveró en un comunicado.
Estados Unidos, según Biden, seguirá vigilante ante “futuras amenazas terroristas” procedentes de Afganistán, lo que incluye también un aviso claro a los talibán: “Cualquier acción por su parte (…) que ponga en riesgo a nuestro personal o nuestra misión recibirá una respuesta militar rápida y contundente”.
Así se lo han trasladado representantes norteamericanos a la delegación talibán enviada a Doha (Qatar), escenario de unas negociaciones que por ahora no han ofrecido garantías de paz a los afganos. Biden ha ordenado a su secretario de Estado, Antony Blinken, que respalde al presidente de Afganistán, Ashraf Gani, en la búsqueda de una “solución política” al conflicto.
EL LEGADO AFGANO
Biden ha querido exponer también en su nota “cómo hemos llegado hasta aquí”, dejando claro que, pase lo que pase, con él se cierra “la guerra más larga”. En este sentido, ha recordado que ya son cuatro los presidentes que han ocupado el Despacho Oval con la guerra de Afganistán encima de la mesa. “No se lo pasaré a un quinto”, ha apostillado.
El presidente estadounidense cree que, con casi un billón de dólares invertidos en esta guerra, y tras la formación de 300.000 militares y policías afganos, es el momento de salir de Afganistán. En su opinión, “un año más o cinco años más de presencia no marcarían ninguna diferencia si el Ejército afgano no controla su propio país”.
Así, ha descartado un despliegue “interminable” y ha señalado que, cuando asumió el bastón de mando de manos de Donald Trump –que ya había fijado una fecha límite de repliegue para marzo– los talibán estaban “en su posición militar más fuerte” desde 2001. Según Biden, tenía entonces dos opciones: anunciar una “breve extensión” del plazo de salida, como finalmente hizo, o “enviar más tropas”.