El Gobierno nacional aseguró que el paro general convocado por la CGT fue un “fracaso” y que tuvo un “95% de rechazo por parte de la población”. Aunque admitieron una pérdida económica estimada en 900 millones de dólares, desde Casa Rosada restaron importancia a la medida de fuerza y destacaron que buena parte del comercio funcionó con normalidad.
Desde temprano, el Ejecutivo buscó mostrar actividad: el presidente Javier Milei trabajó en la Casa Rosada junto a su Gabinete, mientras el vocero presidencial, Manuel Adorni, denunció una supuesta coacción sindical y calificó la protesta como “el paro de la casta sindical kirchnerista de los Moyano”. En esa línea, dijo que “el avance de la libertad implica el fin de sus negocios y, como los animales salvajes cuando están acorralados, contraatacan para sobrevivir”.
Durante la jornada, desde el entorno de Milei señalaron que la adhesión fue escasa, en gran parte por la continuidad del servicio de colectivos. Según la Federación de Comercio e Industria de Buenos Aires (Fecoba), el 95% de los comercios permaneció abierto, dato que el Gobierno utilizó como principal indicador del “rechazo” a la huelga. En redes sociales, el oficialismo también replicó críticas duras hacia los sindicatos, como la del diputado Damián Arabia, quien acusó a sus líderes de haberse enriquecido mientras “arruinaban el país”.
En paralelo al paro, el oficialismo impulsó en el Congreso una serie de reformas laborales. Entre ellas, la eliminación de la “cuota solidaria”, un aporte sindical obligatorio, y la flexibilización de ciertas modalidades de trabajo, en línea con lo establecido en el Decreto 70/2023. La diputada Romina Diez, cercana a Karina Milei, encabezó la presentación de los cambios en la Comisión de Legislación Laboral.
Desde la CGT, en cambio, calificaron la jornada como un éxito. “No puede existir una Argentina con precios libres y salarios pisados”, afirmó el dirigente Héctor Daer, quien reiteró el reclamo por un cambio en la política de ingresos. La central obrera sostuvo que el paro fue masivo y que expresó el rechazo al ajuste impulsado por el Gobierno.