Reorganización carcelaria en Rosario: ya no habrá detenidos permanentes en comisarías
Este viernes se completó el traslado de 45 mujeres que estaban alojadas en condiciones de hacinamiento en la Comisaría 27ª de Arroyo Seco, marcando el cierre de una semana clave para la política penitenciaria del Gobierno de Santa Fe.
El ministro Pablo Cococcioni supervisó el operativo y destacó que “las comisarías no son cárceles”, subrayando que, a partir de ahora, los arrestos en dependencias policiales serán únicamente transitorios y de baja peligrosidad. “Estamos cumpliendo con lo que corresponde: que una vez definida la situación procesal, la persona sea derivada al sistema penitenciario”, señaló.
Una medida que descomprime y refuerza la seguridad pública
Según Cococcioni, en la comisaría de Arroyo Seco la capacidad era de 12 personas, pero albergaba a 45, lo que generaba no solo hacinamiento sino también un uso ineficiente de los recursos policiales. “Había cinco detenidas con comparendos judiciales. Eso implicaba sacar cinco patrulleros de las calles”, explicó.
El ministro sostuvo que esta reorganización permite “recuperar personal y móviles para tareas de prevención”. Las cinco comisarías de Rosario designadas como puntos de ingreso sólo alojarán personas por averiguación de antecedentes o hasta su traslado semanal al Servicio Penitenciario.
Nuevo módulo carcelario: inversión clave
El operativo se hizo posible gracias a la reciente habilitación de la Subunidad 4 del Complejo Penitenciario Rosario, donde ya se encuentran funcionando cuatro pabellones con capacidad para 320 internos. Esta obra, inaugurada por el gobernador Maximiliano Pullaro, tuvo una inversión superior a los $8.200 millones.
Desde el Gobierno destacan que esta infraestructura es una pieza central del nuevo modelo de seguridad provincial, que apunta a liberar a la Policía de tareas que no le son propias, como la custodia permanente de presos, para concentrarse en la prevención del delito y el patrullaje activo.
Impacto local y respuesta a reclamos
El intendente de Arroyo Seco, Daniel Tonelli, valoró el cambio como “una tranquilidad para la ciudad”, ya que implica contar con más efectivos disponibles. “Era un problema incluso el régimen de visitas. Esto responde al pedido que le hicimos al gobernador Pullaro”, dijo.