Lisandro Enrico, senador provincial por el departamento General López, ensayó un balance legislativo y político sobre 2022 y trazó las señales para la campaña de 2023. El dirigente del radicalismo argumentó las dificultades para conformar un espacio opositor cuando no hay líderes indiscutidos, respaldó la candidatura de Maximiliano Pullaro por considerar que “es el único político que se preparó durante años para ser gobernador” y cuestionó al actual gobierno provincial: “Omar Perotti nos hizo perder cuatro años de historia y de democracia en la provincia de Santa Fe”.
“El 2022 fue un año en el que se generaron bastantes conflictos. Con situaciones de tensión política que de alguna manera afectaron la productividad legislativa de las Cámaras. Propio de una característica del período gubernamental. El gobierno de Perotti llegó a su último año y tuvo conflictividades que influyeron en la actividad legislativa. Fue la característica de este año y también de los anteriores”, manifestó el senador Enrico en entrevista con El Ciudadano.
–¿De qué manera se rearma la oposición desde el espacio de Juntos por el Cambio?
–Yo no diría solamente de Juntos por el Cambio, sino que iría un pasito más adelante. En la búsqueda de encontrar un lugar en común con otros partidos políticos. Un espacio compartido, dentro de la posibilidad de construir algo superador, por encima de Juntos por el Cambio y del Frente Progresista. Hay una voluntad muy fuerte de encontrar elementos en común entre los partidos que lo integramos. Los radicales lo venimos proponiendo desde hace algunos años. Y más en medio de un gobierno tan flojo y con una mala gestión. Entonces tenemos que ponernos de acuerdo porque esto no puede seguir así. En un corto plazo puede ser la gran noticia en la provincia de Santa Fe.
–¿Y qué falta para que se termine de conformar el llamado frente de frentes?
–Faltan varios pasos, entre ellos las confirmaciones de cada partido. Lo que sí van exteriorizando los dirigentes políticos es un sentido de confluencia. Sabiendo que en ese espacio común no somos cuatro o cinco partidos, sino al menos once. Desde los pequeños hasta los grandes partidos políticos como la UCR, el Socialismo y el PRO. No es fácil desarrollar una construcción política. Una cosa es construir un esquema nuevo cuando tenés un líder que se ponga delante de todos. Tal como lo fue Hermes Binner en 2007. Era más fácil porque se construía en torno a un liderazgo. O cuando lo fue en 2015 Mauricio Macri, el hombre que se puso delante de un cambio en el país. Ahora, cuando vos no tenés un líder indiscutido, se tienen que enhebrar los partidos políticos uno por uno y la tarea es mucho más complicada. No hay un cacique. A pesar de esas complicaciones, intentamos avanzar hacia un consenso.
–Desde hace un tiempo hizo oficial su apoyo a la candidatura de Maximiliano Pullaro como gobernador.
–Sí, Maxi Pullaro es la única persona en Santa Fe que desde hace años se viene preparando para ser gobernador. Es un dato objetivo, que está sobre la mesa. Desde Florencia hasta Diego de Alvear, o sea a lo largo de toda la provincia, es el único candidato que está proponiendo políticas diferentes. Armando equipos, recorriendo localidades. Con una política de mano a mano, pueblo por pueblo, ciudad por ciudad. Hoy por hoy es el único político que piensa en el futuro de la provincia de Santa Fe. No hay otro. En ningún partido. Y tampoco podés depender de lo que digan las encuestas. Tenés que sentir la vocación para ser candidato. Y acá hace falta gente que se la juegue. De principio a fin, full time.
–Al comienzo de la nota dijo que el gobierno de Perotti viene siendo “flojo” y de “mala gestión”.
–El gran fiasco ha sido esa frase de “La paz y el orden”. Una promesa que Perotti le hizo a los santafesinos. También prometió que iba a conducir a la Policía de Santa Fe. En su gestión la provincia tuvo tres ministros de Seguridad, cuatro secretarios de Seguridad y seis jefes de Policía. Es imposible que un gobernador pueda demostrar que tiene capacidad de gestión con ese nivel de inestabilidad, con falta de agenda y con tantas marchas y contramarchas. Me encuentro con muchos santafesinos decepcionados por la gestión de Perotti. Encerrada en sí misma, conflictiva y tormentosa. Obviamente centralizada en Rafaela, a la hora de comparar la inversión pública con otros distritos. Perotti nos hizo perder cuatro años de historia y de democracia en la provincia de Santa Fe.
–El gobierno de Perotti estuvo signado por causas políticas, entre ellas la que investiga a su ex ministro Sain por supuesto espionaje ilegal.
–Su gestión está signada por sospechas, prejuicios y operaciones políticas. Hay que remontarse al inicio. Perotti se enteró que iba a ser gobernador de Santa Fe seis meses antes de asumir. Ya sabía que era gobernador electo desde el 16 de junio. Asumió el 10 de diciembre de 2019. Tiempo valioso para conseguir una radiografía de la provincia, para sentarse a hablar con gobernantes, para llevar adelante una transición ordenada, para elegir los equipos de conducción. Confirmó sus equipos de trabajo un día antes de asumir. Su primer decreto fue cerrar la administración pública durante el mes de enero. También paralizó durante un año y medio la obra pública porque argumentó que (Miguel) Lifschitz había dejado una deuda de 9 mil millones de pesos. Obviamente porque el anterior gobierno venía contratando y pagando. La pandemia fue la excusa perfecta para hacerlo. Ahora se encontró con un montón de plata por el juicio que Hermes Binner le había hecho a la Nación, allá por 2009. Y no sabe en qué invertirla.
–¿Qué dicen las encuestas a pocos meses de que se largue la campaña?
–Hay una consultora nacional que todos los meses mide las imágenes de todos los gobernadores del país. Que desde hace años les hacen a los 23 mandatarios. Y todos los meses Perotti aparece entre los cinco peores gobernadores. Nunca pudo salir de ese pelotón. Se percibe en la administración pública, en educación, en salud y en seguridad.
–¿Adónde lo va a encontrar el armado político opositor de 2023?
–Aún no lo sé. Durante febrero tomaremos definiciones. Las elecciones se desarrollarían en septiembre y las listas tendrían que presentarse en abril, con lo cual hay un tiempo importante para seguir trabajando. Tengo una vocación muy grande de seguir trabajando para los vecinos de mi departamento, aunque tampoco descarto recibir un llamado y sumarme para trabajar para todos los santafesinos.
Fuente: El Ciudadano