Infraestructura sin precedentes en Sudamérica
Este miércoles 2 de julio, a las 11, se realizará en la sede de Gobierno en Rosario el acto de apertura de sobres con las ofertas económicas para ejecutar el muro perimetral y obras complementarias de la Unidad Penitenciaria N°8, “El Infierno”, la nueva cárcel de máxima seguridad que se construye en Piñero.
El proyecto, con un presupuesto oficial de $34.484 millones, contempla la edificación de un doble muro perimetral de 1.800 metros de longitud por 10 metros de alto, junto a torreones de vigilancia, edificios de control de ingreso, instalaciones del área de gobierno general, torres de control y garitas, todo sobre un lote de 5,62 hectáreas. La obra tendrá un plazo de ejecución de 420 días.

Según el Gobierno de Santa Fe, “El Infierno” será la primera cárcel de su tipo en Sudamérica, con capacidad para aislar a más de 1.000 internos de alto perfil, vinculados a bandas narcocriminales y delitos complejos. “Aquí vamos a contener y aislar a los presos que más daño causan a la sociedad”, afirmó el ministro de Justicia y Seguridad, Pablo Cococcioni.
Más capacidad penitenciaria y mejor distribución de internos
La construcción de esta cárcel forma parte del plan integral de infraestructura penitenciaria del gobierno santafesino. El objetivo es reducir la violencia urbana, descomprimir comisarías y mejorar las condiciones de detención. El plan también abarca ampliaciones en otras unidades, como las N°12 y N°14 de Rosario, la N°10 en Santa Felicia y las N°13 y N°15 de Piñero.
Con la ejecución de todas estas obras, Santa Fe sumará 7.352 nuevas plazas carcelarias, mediante una inversión total proyectada de más de $414.000 millones.
Además, recientemente se puso en funcionamiento la Subunidad N°4 en el mismo complejo penitenciario de Piñero, y ya comenzaron los traslados de internos desde comisarías, como ocurrió esta semana en Rosario.

Diseño pensado para el control y la reinserción
La cárcel contará con cuatro módulos independientes, cada uno con 24 pabellones distribuidos en dos plantas, sumando un total de 1.152 plazas. Las celdas serán individuales, construidas con hormigón premoldeado, y tendrán sistemas de comunicación sin contacto físico.
Habrá también un edificio de gobierno general, un centro médico con atención intramuros para evitar traslados, una torre de vigilancia central de 36 metros de altura, sala de conferencias y helipuerto.

Lucía Masneri, secretaria de Asuntos Penales, explicó que el diseño permitirá agrupar internos en microgrupos de 12, diferenciados por nivel de peligrosidad, necesidades de seguridad y género.
Por su parte, Diego Leone, titular de la Unidad Ejecutora, detalló que el penal ocupará un predio total de 30 hectáreas, con el edificio carcelario de 500 metros por 500 metros. “Cada módulo alojará a 280 reclusos y se prevé que toda la obra esté finalizada en septiembre de 2026”, indicó.
Redacción CFIN