Un testimonio que amplía el esquema de encubrimiento
La causa por el fentanilo contaminado que provocó 173 muertes sumó esta semana una declaración considerada clave por los investigadores. Una ex trabajadora del área de microbiología de Laboratorios Ramallo expuso ante el Juzgado Federal Nº3 de La Plata un panorama de irregularidades sistemáticas, presión interna y procedimientos alterados para sortear controles oficiales.
- Un testimonio que amplía el esquema de encubrimiento
- Controles acelerados y documentación escondida
- Venta de lotes aun con resultados positivos
- Coincidencias con denuncias previas
- Chats internos: un rastro de las maniobras
- Peritajes clave en la investigación
- Procesados, detenidos y la situación judicial
- Una tragedia sanitaria sin precedentes
Según su relato, existía un patrón deliberado de ocultamiento de resultados bacteriológicos positivos, así como la manipulación de documentación interna, prácticas que —según afirmó— eran “una instrucción que venía desde arriba”.
Controles acelerados y documentación escondida
La testigo confirmó que los cultivos bacteriológicos, que debían analizarse durante 14 días, eran evaluados en apenas tres, reduciendo artificialmente los tiempos y aumentando el riesgo de liberar sustancias contaminadas.
“Nos decían que por protocolo eran 14 días, pero que había que mirar a los tres para poder vender”, declaró.
Indicó además que los resultados positivos se registraban en cuadernos internos que, ante rumores de inspección de la ANMAT, eran retirados o escondidos para evitar el hallazgo de anomalías.
Venta de lotes aun con resultados positivos
El testimonio confirmó otra irregularidad grave: lotes con controles positivos igual eran comercializados.
La trabajadora relató que, pese a repetir los análisis hasta tres veces, “la empresa igual los vendía”, según le explicaban sus propios compañeros.
Coincidencias con denuncias previas
Su declaración se integra con las ya realizadas por otras dos ex empleadas —una checker de control de calidad y una técnica en microbiología— que habían detallado planillas falsificadas, controles simulados, reactivos vencidos ocultos y un clima laboral basado en el miedo al despido.
Ambas habían señalado que entre febrero y marzo el laboratorio vivía en un estado de nerviosismo constante, ante la inminencia de controles oficiales.
Chats internos: un rastro de las maniobras
El expediente contiene mensajes internos extraídos de los teléfonos de directivos y jefes, donde se instruía a personal a “dibujar resultados”, ocultar materiales vencidos y organizar inspecciones simuladas.
Para los investigadores, esta evidencia sostiene la hipótesis de un sistema de encubrimiento sostenido, más que errores aislados.
Peritajes clave en la investigación
Un informe del Cuerpo Médico Forense, recientemente incorporado, analizó 40 historias clínicas de víctimas y concluyó que los cuadros son compatibles con la intoxicación por fentanilo alterado o contaminado, reforzando la vinculación entre las irregularidades del laboratorio y las muertes registradas.
Procesados, detenidos y la situación judicial
La causa tiene 14 procesados, incluyendo directivos, responsables técnicos y jefes de área.
Permanecen detenidos en Marcos Paz:
- Ariel García Furfaro, dueño de HLB Pharma y Laboratorios Ramallo.
- Diego García, su hermano.
- Javier Martín Tchukrán, director de Manufactura.
- José Antonio Maiorano, director técnico responsable de producción y liberación de lotes.
Con prisión domiciliaria están Nilda Furfaro y Carolina Ansaldi, mientras que otros ocho imputados permanecen procesados sin detención.
Una tragedia sanitaria sin precedentes
El caso ya es considerado por la Justicia como un “Cromañón sanitario”, por la magnitud de la tragedia y la cantidad de muertes evitables. La investigación apunta a demostrar que las irregularidades fueron parte de un sistema estructural, donde la presión por mantener la producción derivó en falsificación de controles, ocultamiento crítico y liberación de sustancias peligrosas.
La causa sigue en curso y se esperan más testimonios en las próximas semanas. Cada declaración, hasta ahora, refuerza la hipótesis de un mecanismo de encubrimiento sostenido dentro del laboratorio.

