El juez federal de Rosario Marcelo Bailaque presentó este martes su renuncia ante el Ministerio de Justicia de la Nación, con solicitud de efectividad a partir del 1 de julio. Su decisión llega días antes de la audiencia prevista para el próximo 17 de junio, donde debía responder ante el Consejo de la Magistratura por múltiples cargos en su contra.
El magistrado está imputado en tres causas penales. Se lo investiga por presuntos delitos de extorsión, concusión, prevaricato, abuso de autoridad, incumplimiento de deberes, falsedad ideológica de documento público y allanamiento ilegal. Además, fue dictada una prisión preventiva por 90 días y una inhibición de bienes por 1.500 millones de pesos.
Uno de los expedientes está vinculado con su actuación en una causa por narcotráfico contra Esteban Lindor Alvarado, donde se señala que el juez habría actuado en connivencia con el contador Gabriel Mizzau, asesor del narco.
Otra de las acusaciones refiere a una maniobra contra dos financistas, Claudio Iglesias y Jorge Oneto, para presuntamente presionarlos y exigirles dinero, en coordinación con el empresario FW y el extitular de la AFIP Santa Fe, Carlos Vaudagna.
El tercer legajo involucra presuntas resoluciones judiciales contrarias a derecho para favorecer a FW, amigo personal del juez, en una causa por intervención de fondos de cooperativas.
El Consejo de la Magistratura ya había aprobado los cargos y fijado fecha para la comparecencia del magistrado. La renuncia ahora deberá ser aceptada o rechazada por el Poder Ejecutivo, que podría optar por continuar con el proceso hacia su eventual destitución.