Un pacto bilateral marcado por la sintonía política
El reciente anuncio del acuerdo comercial entre Argentina y Estados Unidos confirma la afinidad política entre Javier Milei y Donald Trump. Tras meses de conversaciones en Washington, la Casa Blanca autorizó la difusión del entendimiento, que se cerró técnicamente hace tres meses y aguardaba decisión política del presidente estadounidense.
La negociación estuvo atravesada por múltiples episodios, incluido un incidente con amenaza de bomba que obligó a suspender el primer encuentro entre funcionarios de ambas administraciones.
Cómo comenzaron las negociaciones en Washington
El 2 de abril de 2025, Trump aplicó aranceles globales a todas las importaciones hacia Estados Unidos, justificando la medida como un mecanismo para proteger el empleo doméstico y contener el avance económico de China. Al día siguiente, una comitiva argentina encabezada por el entonces canciller Gerardo Werthein llegó a Washington para iniciar conversaciones de emergencia ante el nuevo escenario comercial.
Las reuniones se desarrollaron en la Secretaría de Comercio estadounidense, con presencia de Howard Lutnick y Jamieson Greer. La discusión interna entre ambos funcionarios tensó el clima de trabajo, al punto de dificultar la coordinación de la agenda bilateral.
La alarma de evacuación por una amenaza de bomba interrumpió ese primer encuentro, obligando a suspender todas las conversaciones.
El cierre del acuerdo y la decisión política de Trump
Con el tiempo, las internas en el equipo estadounidense se disiparon. Durante la última visita del canciller Pablo Quirno a Washington, los contactos se retomaron formalmente y el acuerdo quedó listo para su anuncio.
Trump esperó el momento político adecuado para autorizar la comunicación oficial. Cuando dio luz verde desde la Casa Blanca, Argentina recibió la confirmación junto con otros países que también sellaron convenios bilaterales: Ecuador, El Salvador y Guatemala.
Aranceles, excepciones y sectores estratégicos
El pacto establece una tasa arancelaria base del 10%, con excepciones para productos industriales argentinos con potencial de competencia global. Sin embargo, para sectores considerados estratégicos por Washington, como aluminio y acero, se mantienen aranceles del 50%.
Estados Unidos reafirmó que la producción de esos metales es clave para su seguridad nacional, por lo que no habrá reducciones inmediatas.
Compromisos laborales y marco jurídico pendiente
El documento también incluye un apartado sobre estándares laborales. Argentina se comprometió a reforzar la prohibición de importación de bienes producidos con trabajo forzoso, además de garantizar el cumplimiento de normativas internacionales reconocidas.
La implementación del acuerdo ahora depende de un proceso jurídico detallado, con equipos técnicos de ambos países revisando el marco legal antes de su entrada en vigencia.
Finalmente, Trump deberá decidir si activa el convenio de manera integral o si lo pondrá en marcha por etapas, según sus prioridades políticas.
Próximos pasos en la relación bilateral
Fuentes oficiales no descartan un nuevo contacto directo entre Milei y Trump en las próximas horas. El presidente argentino busca expresar su agradecimiento por el apoyo político recibido y por el avance del acuerdo, que se presenta como un hito en la relación bilateral contemporánea.

