Los ataques ocurrieron en las afueras del aeropuerto y frente al hotel Baron. Entre las víctimas fatales hay niños, civiles y soldados extranjeros.
Al menos 13 muertos y más de 50 heridos por dos atentados terroristas que tuvieron lugar este jueves en Afganistán. Uno de ellos ocurrió en la puerta de entrada del aeropuerto de Kabul y otro segundo frente al Hotel Baron, informó el Departamento de Defensa de Estados Unidos.
En principio, los ataques estarían vinculados a la rama local del ISIS.
“La explosión en la Puerta Abbey fue el resultado de un complejo ataque que resultó en un número de victimas estadounidenses y civiles. Podemos confirmar al menos otra explosión en el Hotel Baron o cerca, a poca distancia de la Puerta Abbey”, dijo el vocero del Pentágono, John Kirby, a través de la red social Twitter.
Uno de los atentados fue llevado a cabo por un hombre suicida que esperaba en la fila de los refugiados que aguardaban en la puerta del aeropuerto para ingresas y subirse a un avión para salir de Afganistán. El hombre se detonó la bomba provocando decenas de heridos, entre ellos, cinco soldados norteamericanos.
El segundo atentado ocurrió minutos después frente al Hotel Veyron, donde también había ciudadanos norteamericanos.
Las advertencias en las horas previas al ataque
Países occidentales habían advertido de un atentado inminente en el aeropuerto de Kabul durante las últimas horas se llevaban a cabo evacuaciones de personas que querían salir de Afganistán por temor a los talibanes.
El Reino Unido había advertido por un ataque terrorista y Bélgica que había una amenaza de un “atentado suicida”, mientras que otros países urgieron a sus ciudadanos a evitar la zona del aeropuerto internacional de la capital afgana.
Algunos países que participaron de la misión de la OTAN en Afganistán de estos últimos 20 años ya terminaron con sus evacuaciones y empezaron a retirar a sus soldados y diplomáticos.
Canadá anunció que puso fin a sus evacuaciones en tanto que Dinamarca, Polonia y República Checa ya terminaron con sus evacuaciones.
Los talibanes insisten en que los soldados extranjeros deben salir para el 31 de agosto, la fecha que fijó Estados Unidos para completar su propia retirada militar.
Durante la noche, varias capitales occidentales emitieron nuevos avisos de amenazas de la filial afgana del grupo yihadista Estado Islámico (ISIS), que es rival de los talibanes.
El ministro de las Fuerzas Armadas británico, James Heappey, dijo a la cadena BBC que había una “muy, muy creíble información de un ataque inminente” en el aeropuerto, posiblemente “en horas”.
Heappey admitió que muchas personas estaban desesperadas por salir de Afganistán y seguían aventurándose en busca de su oportunidad, pero insistió en que “esta amenaza es muy creíble e inminente”.
Anoche, la Embajada de Estados Unidos en Kabul advirtió a ciudadanos del país que abandonaran tres entradas al aeropuerto por una amenaza no especificada.
Australia, Nueva Zelanda y el Reino Unido llamaron a sus ciudadanos a no ir al aeropuerto, y la Cancillería australiana dijo que había una “muy alta amenaza de un ataque terrorista”.
El vocero de los talibanes, Zabihullah Mujahid, negó que existiera una amenaza inminente. “No es correcto”, dijo, pero no dio más detalles, informó la cadena CNN.
Combatientes talibanes usaron hoy carros hidrantes y hasta gases lacrimógenos para dispersar a una multitud congregada en uno de los accesos al aeropuerto.
“Recibimos información a nivel militar de Estados Unidos, pero también de otros países, de que había indicios de una amenaza de ataques suicidas contra la masa de personas”, dijo el primer ministro belga, Alexander De Croo, sobre el aeropuerto de Kabul.
Los talibanes reconquistaron el poder en Afganistán al tomar Kabul el 15 de agosto pasado tras una vasta ofensiva en coincidencia con el inicio de la retirada estadounidense, lo cual provocó el colapso del Gobierno afgano sostenido por Occidente.
Los talibanes ya gobernaron a Afganistán entre 1996 y 2001, cuando fueron derrocados por una invasión liderada por Estados Unidos en el marco de su “guerra al terrorismo”.
La milicia ha prometido una amnistía general y que esta vez no impondrá las severas medidas que caracterizaron su primer gobierno, entre ellas la supresión de los derechos de las mujeres.
A pesar de la situación caótica en el aeropuerto, 88.000 personas han podido ser evacuadas desde la puesta en marcha de este puente aéreo el 14 de agosto, la víspera de la entrada de los talibanes a Kabul, según cifras de Estados Unidos.