Las postales de cuerpos en Bucha, en las afueras de la capital ucraniana muestran el costado más cruel de la guerra.
Más de 300 cadáveres fueron encontrados en Bucha, ciudad en las afueras de Kiev que fue recuperada recientemente por las fuerzas ucranianas. Los cuerpos tuvieron que ser enterrados en fosas comunes, ya que era imposible hacerlo en los cementerios, aún al alcance de los bombardeos rusos.
Las imágenes, captadas por agencias de noticias internacionales de todo el mundo, son escalofriantes. Cadáveres con disparos en la nuca y las manos atadas, cuerpos de personas tiradas en las calles aún con las llaves en la mano, fosas comunes a medio enterrar.
El presidente ucraniano Volodomir Zelensky tildó de “genocidio” el accionar ruso y exigió el repudio y castigo internacional. “Las madres rusas deberían ver qué bastardos han criado”, dijo Zelenski a través de su canal de Telegram. “Asesinos, saqueadores, carniceros”, agregó.
Rusia niega haber matado a civiles en Bucha, a pesar de que era un territorio que controlaba desde los primeros días del inicio de la invasión el 24 de febrero. Las primeras imágenes que se publicaron después de que las tropas ucranianas recuperaron la localidad mostraron cadáveres en las calles.
El líder ucraniano también prometió investigar todos los “crímenes” rusos en Ucrania y aseguró que creó un “mecanismo especial” para ello. ”He decidido crear un mecanismo especial de justicia en Ucrania para investigar y perseguir todos los delitos de los ocupantes en nuestro país”, aseguró Zelensky en un video. Según el mandatario, el este proceso incluirá “expertos nacionales e internacionales, investigadores, fiscales y jueces”.
La ONU, la OTAN, Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Alemania y España, entre otros países y organismos, repudiaron las imágenes de cadáveres esparcidos en las calles de Bucha y exigieron más sanciones a Rusia, a la que acusaron de cometer “crímenes de guerra”. El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió una investigación independiente.