Para evitar nuevas alzas en surtidores que presionen sobre la inflación, el Gobierno volvió a diferir la suba del impuesto sobre los combustibles líquidos. Ya se postergaron 5 trimestres.
Para evitar nuevas alzas en surtidores que presionen sobre la inflación mensual, el Gobierno nacional decidió postergar hasta el primero de septiembre próximo la actualización del impuesto sobre los combustibles líquidos, prevista originalmente para este miércoles 1 de junio, con el objetivo de “asegurar una necesaria estabilización y una adecuada evolución de los precios”.
Una de las explicaciones oficiales que los incrementos de combustibles impactan casi 20 veces más en la inflación que la suba acumulada de tarifas de electricidad, agua, gas natural y los boletos de colectivos y trenes. Ámbito reveló que según datos oficiales, en un caso práctico de subas anuales de 60% en los precios de las naftas y del mismo porcentaje en los servicios públicos domiciliarios de luz y gas, los combustibles inciden hasta 1,9% en el Índice de Precios que mide el INDEC a nivel nacional, contra tan solo 0,1% de la electricidad o el gas.
La medida fue publicada hoy en el Boletín Oficial, a través del Decreto 285/2022. “Tratándose de impuestos al consumo, y dado que la demanda de los combustibles líquidos es altamente inelástica, las variaciones en los impuestos se trasladan en forma prácticamente directa a los precios finales de los combustibles”, sostiene en los considerandos el decreto firmado por el presidente Alberto Fernández; el jefe de Gabinete, Juan Manzur, y el ministro de Economía, Martín Guzmán.
“En línea con las medidas instrumentadas hasta la fecha y con el fin de asegurar una necesaria estabilización y una adecuada evolución de los precios, resulta razonable postergar para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil los efectos de los incrementos en los montos de impuesto”, justifica la normativa.
A partir de una modificación en 2018, el Impuesto a los Combustibles prevé actualizaciones en su suma fija en enero, abril, julio y octubre de cada año sobre la base de las variaciones de la inflación de cada periodo trimestral precedente, buscando, de esta forma, amortiguar las fluctuaciones del dólar o de la cotización del crudo que se tenían como referencia previamente.
La norma recuerda que las actualizaciones para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil, “se han diferido sucesivamente” en 2020. Con el decreto de hoy, se encuentran pendientes las actualizaciones correspondientes a los cuatro trimestres de 2021 -postergadas a fines de febrero al 1 de junio- y la del primer trimestre de este año.
En tanto, según recuerda el Decreto, el Gobierno “ha trabajado en un proyecto de reforma” de los impuestos a los combustibles, el cual aún no ha recibido tratamiento parlamentario.
El último aumento en los valores del surtidor fue a principios de mayo, momento en el cual YPF, Shell y Axion establecieron subas que promediaron entre 9% y 12%, según la variedad de combustibles.