El equipo del Kily fue sorprendido por un rival muy ordenado que lo superó por 2 a 1. El árbitro Echenique omitió un claro penal a favor de los canallas
Central cayó con Aldosivi 2 a 1. Y se abrió un interrogante en su futuro inmediato. Es cierto que el árbitro Echenique no le dio un penal, pero también es verdad que el funcionamiento colectivo careció de precisión y articulación para superar a un adversario que nunca perdió el orden. El Kily González no encontró las soluciones a su déficit en la generación, porque ninguno de los interlocutores que dispuso como potenciales socios de Vecchio no rindieron. Entonces todo se redujo a una impronta. Por inercia. Por urgencia. Recurso demasiado escaso para nivelar a un adversario que entendió que los caminos estaban por los costados. Y fue por allí que derivaron los goles, los que convirtieron a Gastón Lodico en figura y goleador.
El partido fue ejecutado en el plano de la intensidad. La velocidad era el recurso para formular transiciones que pudieran despejar los espacios necesarios para desequilibrar. Central desplegaba su idea de erigirse en protagonista sustentado en la determinación colectiva, tratando de partir de asociaciones que ensayaban Vecchio, Ojeda y Lo Celso, para que Marinelli y Gamba fueran profundos. Pero el juego no fue continúo y sólo dispusieron dos situaciones en la etapa inicial, y el arquero visitante tapó ambas.
Aldosivi se aferraba al orden y a las excursiones rápidas mediante pelotazos largos y abiertos, con Cerro haciendo de equilibrista en el medio, con Braida y Andrada partiendo como rayos por los costados, y así preocupar a Blanco y Martínez, quienes debían medir muy bien los tiempos de proyección.
Central empujaba al equipo de Gago, y cuando parecía que le estaba imponiendo condiciones, apareció Cerro para meter un pase que Cauteruccio conectó mal, pero Braida antes de que se vaya del campo la devolvió al área y Lodico la empujó al gol. Y el equipo del Kily sintió el impacto porque hasta ahí predominaba. Y tanto lo sintió que enseguida Romero evitó el segundo.
En forma gradual, Vecchio trató de marcar los caminos hacia la reacción, pero en paralelo Aldosivi priorizó la organización para controlar primero y resistir después. Y si bien Cauteruccio avisó que los de Gago no se resignaban a no ampliar la ventaja, su remate volvió a ratificar el buen momento de Romero.
Los cambios del Kily no le dieron una mejor fisonomía al conjunto, que iba con impronta actitudinal pero con falta de precisión en las combinaciones y remates.
La no sanción de un penal tras pegar en el brazo de Coloccini frustró a Central, que a los pocos minutos sufrió el segundo gol, golazo, que Lodico tras desairar a Martínez la clavó en un ángulo.
Después Avila logró el descuento de cabeza, pero a esa altura la historia estaba escrita. Y la derrota consumada.
Central perdió con Aldosivi. Las alarmas se dispararon. El final fue a pura impotencia. Y con muchas preguntas, varias sin respuestas. Será cuestión de tiempo encontrarlas. Lo antes posible. Porque la Sudamericana, lo más importante hoy, está a la vuelta de la esquina.