Con goles de Gattoni, en contra, y de Emiliano Vecchio, venció 2-1 al Santo, que se había puesto en ventaja por un gol en contra de Avila.
Con temple, coraje y momentos de buen juego, Central se quedó con una victoria clara ante un pobre San Lorenzo por 2-1 que le permite seguir con chances intactas de avanzar en la fase de grupos de la Copa Sudamericana. Este ambicioso Central fue demasiado para este pobre San Lorenzo.
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Ahora el canalla depende de si mismo en el derrotero del grupo en la Copa, puesto que tiene que recibir como local a Huachipato de Chile y 12 de Octubre de Paraguay.
La victoria del canalla se edificó en el coraje que tuvo para jugar a lo largo de todo el partido. Un coraje que estuvo a pruebas con el gol en contra de Avila, pero que lejos de amilanar al canalla le dio el impulso para seguir buscando el arco rival.
Y lo hizo a partir de la buena circulación de pelota que partió desde los pies de Vecchio -siempre el más claro-, la subida de los laterales y la movilidad de los delanteros. Con ese andar más fluido y compacto al canalla le alcanzó para ser mucho más que su rival desde el juego en la primera parte, pero que no lo pudo plasmar en el marcador.
Así se fue transformando en el dominador de las acciones en la mayor parte del primer tiempo, al punto de ser el que generó casi las únicas chances para desnivelar que hubo en el partido, pero por impericia, falta de puntería o mérito de Torrico se fue al descanso sin poder marcar.
Y en contrapartida, se encontró con un gol en contra de Gastón Avila, que en su intento de sacarla no hizo más que meterla en contra de su propio arco.
Sin embargo tuvo el temple para reponerse y reaccionar. Siguió buscando y a punto estuvo de igualar el partido en sendas llegadas de Ruben. En una tapó el arquero y en la otra pegó en el palo. Y unos minutos después Avila estuvo a punto de redimirse, pero Di Santo sacó su cabezazo en la línea cuando tenía destino de gol.
En el complemento el canalla trató de seguir por esa misma línea y por momento lo consiguió. Siguió siendo más claro y profundo que San Lorenzo, pero al juego del primer tiempo esta vez le agregó la eficacia y contundencia cuando llegaba al área rival.
Antes que eso, Gamba tuvo el empate, pero la media vuelta se fue apenas por arriba, o cuando Torrico tuvo que esforzarse para tirarla por arriba del travesaño.
Y Central de tanto ir al final consiguió lo que buscaba. Y por la misma vía y en le mismo arco que lo había logrado San Lorenzo. Llegó con un centro de Martínez y Gattoni en su intento de tapar la llegada de Gamba terminó metiendo el balón en contra de su valla y dejó sin chances a Torrico. El empate, aunque corto, era una premio a la búsqueda incesante de Central.
Y seis minutos después, el canalla logró dar vuelta el resultado con una jugada que armó Ruben y que Vecchio definió ante Torrico para poner el 2-1 y justicia en el resultado. Un resultado que se ajustó a lo hecho por uno y otro. Y si hay alguna duda en cuanto al marcador, lo que se puede criticar es lo exiguo del marcador, que incluso debió ser mayor si los delanteros canallas hubiesen estado más derecho en la definición. En definitiva, el canalla consiguió una victoria que lo pone definitivamente en carrera en la Copa Sudamericana, pero que además le permite seguir creciendo como equipo, forjando su identidad, sumar confianza e ilusionarse con los partidos que tiene en el horizonte cercano, en los que el canalla puede hacer pesar su localía.