Tras la dura derrota en el clásico, la comisión directiva decidió ponerle punto final al ciclo. Zubeldía y Vitamina Sánchez, en carpeta
Fueron pocos segundos, pero la contundencia del pedido de muchísimos de los hinchas presentes en el Gigante atronó. El “andate Kily la p…, se repitió un par de veces y después de eso llegaron algunos silbidos, aplausos perdidos y la despedida del equipo en medio de un clima hostil. Pero claro, a esa altura ya estaba más que claro que todo lo que ocurriera de ahí en más iba a depender de la continuidad del entrenador, que llevó a charlas interminables, primero en el mismísimo Gigante de Arroyito y en horas de la noche en otro lugar de la ciudad, donde convocaron al técnico para hacerlo entender que lo mejor para el club era que dé un paso al costado. Y fue lo que finalmente sucedió. Después de una hora de reunión se conoció oficialmente que el Kily dejaba su cargo, en lo que fue una decisión pura y exclusivamente de la comisión directiva. ¿De ahora en más qué? La rápida búsqueda de un nuevo técnico, con algunos nombres que ya están sobre la mesa, como el de Luis Zubeldía y de Pablo Vitamina Sánchez.
Cuando todo parecía indicar que las charlas se retomarían este lunes, desde la dirigencia entendieron que no había tiempo que perder y siempre sobre un pensamiento concreto: que el cambio de entrenador no podía esperar.
En Central están todos bancados y concentrados
El presidente Rodolfo Di Pollina, los vicepresidentes Ricardo Carloni y Marcelo Facciano y el prosecretario Sebastián Martini fueron los directivos que se dieron el presente en la reunión a la que la comisión convocó, obviamente con la presencia del por ese entonces técnico canalla.
No fue mucha la información que salió a la luz, pero lo poco que trascendió fue que pese a la postura dirigencial sobre la necesidad de un cambio de entrenador el Kily se mantuvo firme en su postura, convencido de que el mal presente futbolístico podía ser revertido. Lo concreto es que a la larga terminó pesando la postura de los dirigentes. Minutos después de las 21.30 el club informó a través de sus redes sociales que el Kily había dejado de ser el técnico.
Lo que viene ahora es, lógicamente, la búsqueda del reemplazante. Hasta que eso no ocurra es probable que Germán Rivarola, DT de la reserva, toma las riendas del equipo cuando el grupo retome los trabajos. Pero claramente la intención es que ya en el próximo partido el nuevo técnico esté sentado en el banco.
En este sentido hay algo que les juega a favor a los dirigentes y tiene que ver con el tiempo que dispondrán teniendo en cuenta que el próximo fin de semana no habrá fecha en el fútbol argentino por que se jugará la última doble fecha de las eliminatorias sudamericanas.
Hay un nombre que correría con ventaja y es el de Zubeldía, quien hasta el final del torneo pasado dirigió a Lanús. Zubeldía tiene como ayudante de campo a Maximiliano Cuberas, exjugador de Central.
Pero este domingo, antes del partido hubo quienes se atrevieron a deslizar el nombre de Vitamina Sánchez como posible candidato frente a una eventual salida del Kily, como finalmente sucedió.
Ni bien terminó el partido quedó claro que de lo único que se iba a hablar en Central el resto del día era sobre la continuidad del Kily, quien tras la derrota decidió no hacer la conferencia de prensa. En paralelo, los principales directivos mantuvieron una reunión con los principales referentes del plantel, quienes mostraron una clara postura de banca hacia el Kily.
Allí en el estadio no se tomó ninguna decisión y el Kily se retiró del Gigante siendo el técnico. Pero llegó la convocatoria de la dirigencia a una nueva reunión, a la que los directivos fueron convencidos del paso que debían dar. Después de poco más de una hora de charla y de que el Kily ensayara una nueva defensa del proceso, se llegó a la decisión de darle salida al entrenador. Ahí mismo se hizo pública y desde ese momento comenzó una nueva era, que tendrá como principal desafío contratar un nuevo técnico para que pueda enderezar el pobre presente futbolístico que vive el canalla.