Metieron, jugaron y persiguieron a los rivales de área a área. Se vio lo que Gustavo Costas pidió desde el primer día que llegó a Racing: compromiso. El equipo reaccionó de manera inmediata ante Tigre en la goleada por 3 a 0 en el Cilindro, por el torneo local.
Se dejó de lado la imagen que se mostró ante Unión en la fecha pasada. Con la línea de cinco que puso el técnico se vio a Gabriel Rojas y Santiago Solari corriendo de punta a punta. Fue un trabajo en equipo, porque ellos pudieron hacer eso gracias a la firmeza que mostraron los tres centrales, que pareció que jugaron juntos toda la vida. Además de la presencia, aportaron una salida limpia y fueron de lo mejor del equipo.
El compromiso no sólo pasa por correr. En un fútbol argentino donde se considera que no se puede tener un futbolista que no marque, Juan Fernando Quintero rompe con ese paradigma. El ex-River tiene ojos donde nadie los tiene, te deja una defensa parada, un jugador habilitado y te abre los partidos. Si alguien te brinda todo lo que él tiene, se puede prescindir de la marca.
Racing fue una ráfaga en el inicio del partido y convirtió dos goles en nueve minutos. Por ese motivo, el equipo se ahogó y el rival comenzó a tener la posesión y el protagonismo que se vio en los últimos minutos de la primera parte. Por su parte, la delantera de los Martínez se acopló bien, pero eso no se pudo ver cuando salió Roger e ingresó Salas, quien entró impreciso y le faltó conexión con su compañero, pero le sobró entrega, participación y lucha.
“Le dije a mis jugadores que desde el sábado se empiezan las finales y que las finales no se juegan se ganan y nosotros tenemos que empezar a ganarlas desde el sábado”, remarcó Costas hace una semana en la presentación de los refuerzos ante una multitudinaria convocatoria. No pudo ganar ese sábado, pero lo logró este miércoles. Ahora se viene Estudiantes y la Academia tiene una oportunidad ideal para sostener lo logrado ante Tigre.
Fuente: TyC