La Cámara de Apelaciones del Trabajo desestimó una apelación de la lista opositora en la Seccional Capital del Sindicato de Gastronómicos y dejó firmes las elecciones en las que ganó el hermano de la diputada Graciela Camaño
El líder sindical Luis Barrionuevo sufrió un nuevo revés en la Justicia: la Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo ratificó la validez de las elecciones en las que fue reelegido Dante Camaño, su ex cuñado, como titular de la Seccional Capital de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la Argentina (UTHGRA), al desestimar su apelación contra un fallo en primera instancia de la jueza Ana Clara Alfie que había dejado en firme esos comicios del 2 de diciembre pasado.
Ante la sentencia en su favor, Camaño anunció que asumirá este miércoles, a las 18, su nuevo mandato de cuatro años. Barrionuevo, mientras, podría presentar un recurso ante la Corte para intentar revertir el fallo de la Cámara y lograr nuevas elecciones en el sindicato porteño. Consultado por Infobae acerca de si le queda algún recurso ante la Justicia, sólo respondió: “Siempre”.
Enrique Catani y María Cecilia Hockl, integrantes de la Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, rechazaron la apelación de la lista Azul de Gastronómicos Capital, cuyo candidato a secretario general es Humberto Ballhorst, contra el fallo de la jueza Alfie en favor de una medida cautelar del sector de Camaño, que había reclamado por la suspensión de las elecciones por supuestas irregularidades y que fue dispuesta por la Junta Electoral dominada por el sector de Barrionuevo.
Las elecciones del 2 de diciembre en la Seccional Capital de la UTGHRA marcaron la ruptura de la relación entre Barrionuevo y Camaño por más de 40 años. Las diferencias entre ambos se acentuaron luego de que el autor de la frase “Nadie hace la plata trabajando” se separara de su esposa, Graciela Camaño. Allí comenzaron las acusaciones mutuas: cerca de Barrionuevo afirman que hubo discusiones porque Camaño tiene problemas de gestión, perdió delegados y cerró el sindicato en la pandemia, mientras que en el entorno del jefe de la filial porteña hablan de diferencias por el manejo de los fondos sindicales por parte de Barrionuevo y advierten que el jefe gastronómico quiere quedarse con los depósitos bancarios de la seccional Capital, de unos 40 millones de dólares.
Los comicios se hicieron en todas las seccionales del país y permitieron una nueva reelección de Barrionuevo a nivel nacional, pero en la votación de la filial porteña terminaron en un escándalo.
Las elecciones en el Sindicato de Gastronómicos se hicieron el 2 de diciembre en todo el país. Barrionuevo fue reelegido a nivel nacional), mientras que en la Seccional Capital la votación terminó en escándalo: ambas listas se acusaron de haber hecho maniobras para ganar y de haber llevado barrabravas a la sede sindical de Salta al 1300.
Aun así, los comicios comenzaron normalmente y la Junta Electoral barrionuevista los suspendió porque el oficialismo de Camaño no avalaba el ingreso de fiscales de la Lista Azul para controlar la votación. Sin embargo, Camaño siguió adelante con las elecciones y anunció su triunfo. Luego de desconocer el resultado, la Junta Electoral convocó a votar nuevamente el 15 de marzo.
La juez Alfie suspendió las nuevas elecciones y dejó en firme la votación que tuvo lugar el 2 de diciembre. “El comicio de la Seccional CABA de la UTHGRA fue suspendido por considerarse una grave irregularidad el hecho de que no se hubiera permitido a los fiscales de una de las listas acompañar las urnas. Ahora bien, no advierto que la circunstancia señalada revista la gravedad necesaria para que se determine nada menos que la suspensión del acto comicial”, consideró la magistrada el 2 de marzo.
En su fallo, los camaristas Catani y Hockl consideraron que en las elecciones del 2 de diciembre “no hubo irregularidades de tal magnitud” como las denunciadas por la Junta Electoral Nacional, al igual que la lista opositora, y destacó que no se pudieron verificar “conductas violatorias de los derechos propios de la libertad sindical o de la libertad sindical”.
“La libre expresión de los votantes no se observa en primera instancia afectada”, agregaron.
En un acto de la Lista Azul realizado en la Federación Argentina de Box, el lunes pasado, Barrionuevo no sólo criticó a la juez Alfie (“no leyó ni analizó lo que pasó en las elecciones”, dijo) sino que adelantó que “va a ser desplazada esta semana” y que “la Cámara” (de Apelaciones del Trabajo) fallará en contra de Camaño y llamará a votar en el sindicato.
“La Justicia metió la cola, pero el 23 de marzo termina el mandato (de Camaño); tiene los días contados”, advirtió el líder gastronómico. No obstante, una semana después, Alfie no fue desplazada y la Cámara de Apelaciones del Trabajo falló en un sentido contrario al que anticipó.
La pelea entre Barrionuevo y Camaño no ese detendrá pese a la sentencia. El líder nacional de la UTHGRA ya echó su ex cuñado del secretariado y de la presidencia de la obra social, y podría tomar otras medidas para limitar su margen de acción: las uniones constituyen una forma de asociación sindical en donde las seccionales mantienen una fuerte dependencia de su conducción nacional.
Esta primera gran batalla terminó con Barrionuevo derrotado judicialmente. Y con Camaño ratificado al frente de la seccional más poderosa (quedaron 39.000 de los 64.000 afiliados que había antes de la pandemia). Un resultado que está en sintonía con el revés electoral de Barrionuevo en la Seccional Mar del Plata (la segunda en cantidad de afiliados después de la porteña): su candidata, Nancy Todoroff, no logró ser reelegida en las últimas elecciones porque perdió en manos de Pablo Santín, un dirigente apadrinado por Facundo Moyano, secretario adjunto del Sindicato de Peajes.
Son datos impactantes para el sindicalismo y que parecían impensables en un verdadero imperio que el experimentado jefe de los Gastronómicos mantenía bajo su férreo control desde 1985.