¿Qué implica el cambio de huso horario en Argentina?
La Cámara de Diputados aprobó un proyecto que plantea modificar el huso horario del país, pasando de UTC -3 a UTC -4. La medida, que ahora deberá ser evaluada en el Senado, apunta a ajustar la hora oficial a la ubicación geográfica de Argentina, fomentar el ahorro energético y favorecer la integración regional.
El plan contempla que en invierno se aplique UTC -4 y que, en caso de ser necesario, se pueda recuperar un horario de verano a criterio del Poder Ejecutivo.
Beneficios que busca la iniciativa
De acuerdo con el proyecto, los principales puntos positivos serían:
- Ahorro energético: más luz natural en las mañanas reduciría el consumo de electricidad y gas.
- Salud y descanso: los ritmos circadianos se ajustarían mejor al sol, mejorando el sueño y reduciendo riesgos cardiovasculares.
- Educación: los estudiantes comenzarían sus actividades con mayor claridad, favoreciendo la atención y el rendimiento.
- Seguridad: más iluminación natural en las primeras horas disminuiría riesgos en la vía pública.
- Integración regional: se facilitaría la coordinación horaria con los países del Mercosur, lo que beneficiaría el comercio y las finanzas.
Riesgos y posibles desventajas
Especialistas señalan que el cambio también puede traer complicaciones:
- Oscurecer más temprano afectaría actividades sociales, deportivas y comerciales.
- La coordinación con países que mantengan UTC -3 exigiría ajustes en empresas y transacciones.
- El turismo y las actividades recreativas podrían verse limitados por la falta de luz en la tarde.
- Los primeros días tras la modificación podrían provocar alteraciones en la rutina diaria.
Estudios del CONICET y de organismos internacionales advierten que los cambios de huso horario reiterados pueden impactar en la salud, incrementando problemas de sueño y cardiovasculares, especialmente en niños y personas con condiciones específicas.
Antecedentes en Argentina
El país ha cambiado de huso horario en distintas ocasiones. En 1969 pasó de UTC -4 a UTC -3 y desde entonces aplicó horarios de verano intermitentes hasta 2007, cuando la Ley 26.350 estableció de manera permanente el UTC -3. Algunas provincias, como Mendoza, implementaron modificaciones locales en años anteriores.