Cuando asume Carlos Reutemann al frente del Gobierno de la provincia de Santa Fe, yo, era un empleado público que trabajaba en el área de Comunicación Social. Al poco tiempo, un funcionario de él, me traslada a atender los teléfonos a la Sala de Periodistas. Reutemann sin saberlo, me hizo ingresar al mundo periodístico. A partir de allí, algunas anécdotas con el político que acaba de fallecer.
Es una ironía de la vida.
Carlos Reutemann, el ex piloto de Fórmula 1, que tenía una relación de toda la vida con mi Papá, Juan Carlos Fornés, por un funcionario de su confianza que toma una decisión en contra mía como empleado público, posibilita que me decida a ingresar a la hermosa profesión del Periodismo.
Fue así que, atendiendo el teléfono en la Sala de Periodistas, muchos amigos y colegas, me decían “Carlitos vos tenés que ser periodista” y yo, la verdad no tenía muchas ganas.
Pero, la indignación por el mal trato de ese funcionario reutemista un día me obligó a buscar otros horizontes, con el querido Jorge de la Vega en LT 23 Radio San Genaro Norte.
En un acto que se desarrolló en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno el periodista Alberto Girardi, con un tono elevado, casi a los gritos dice “Carlitos Fornés, vamos”, nos teníamos que ir a trabajar.
Reutemann ya era Gobernador y ante mucha gente se da vuelta con sorpresas y dice preguntando “vos sos hijo del Negro?”, le respondo que si y me da un abrazo fuerte. El Lole no era muy afectuoso, por eso sorprendió y mucho ese abrazo que le dio al hijo del periodista que le diera la primera nota como corredor de Karting y con quién compartiera viajes por Europa, conversaciones extensas sobre automovilismo, Juan Carlos Fornés.
Uh, tengo muchas anécdotas con Carlos Reutemann.
Cuando tomó una decisión política de “salvar” a la curtiembre Arlei en Las Toscas y fundamentalmente a sus trabajadores y familias, pero al mismo tiempo que esa Curtiembre cumpla con todas las obligaciones medio ambientales.
Tuve que ver con esa decisión política a favor del pueblo tosquense, una participación menor, en los medios, pero relevante y del Norte del Departamento General Obligado.
Fue el primer Gobernador que salió a defender al por entonces Presidente de la Nación Fernando De la Rúa. “Carlos, hay que defender institucionalmente al Presidente”, me dijo.
No transfirió la Caja de Jubilaciones a la Nación, gracias a esa decisión, hoy la Provincia de Santa Fe tiene un juicio a favor de más de 100 Mil Millones de Pesos.
La provincia de Santa fe nunca en su mandato, emitió una moneda espúrea, algo común en todo el país, por esa época del 2001.
Ni hablar de las Defensas sobre el Paraná, a la vera de la ruta 1.
Durante sus dos mandatos como Gobernador dio el ejemplo de una administración austera, transparente, pagando siempre a los empleados públicos en tiempo y forma. Como corresponde.
Un día, cuando la gente reclamaba que se vayan todos, en el patio de la Casa de Gobierno me confiaba que al otro día se iba a bajar los sueldos. “No podes hacer eso, vas a obligar a los legisladores a hacer lo mismo” y agregué “vas en contra de la política”, “Vos lo podés hacer, sos un hombre exitoso en lo económico”. Me miró serio, no le gustó lo que dije y se retiró. Por varios días no me dirigía la palabra.
Pero yo estaba convencido y lo sigo estando, que hay que defender a la Política. No, a los dirigentes políticos que usan a la política para engrosar sus bolsillos.
Y voy a confiar algo públicamente, que me lo dijo el dueño de un medio de comunicación muy amigo de mi viejo, y que yo aprecio mucho. De mi total confianza.
A Reutemann, antes de asumir el Gobierno en el 91, le piden una reunión, un dueño de un medio rosarino, para presentarle a un Abogado que podría ser el Ministro de Gobierno.
Reutemann acepta pero a regañadientes, porque nunca le gusto que le impongan funcionarios.
Se da esa reunión en la Capital santafesina, el dueño de un medio de Rosario y el abogado. Por supuesto, también el Propietario del medio capitalino.
“Lole, todos los meses, si soy ministro de Gobierno, voy a traerte un dinero para la política”.
Reutemann lo miró fijo, atónito, sorprendido. Pidió disculpas porque quería ir al baño. Nunca más volvió a esa reunión y obviamente ese Abogado rosarino nunca fue su funcionario.
Se habla con argumentos muy sólidos que, ese dinero mensual, provenía de los narcos.
Carlos Reutemann como Gobernador de la provincia NUNCA aceptó ser el que por acción u omisión, le permita trabajar a los narcos en La Bota.
Está claro, muy claro, que otros si lo hicieron.
¿Qué cometió muchos errores como mandatario Provincial? Si, Muchos, muchísimos.
Por ejemplo con la Inundación en la ciudad de Santa fe en el 2003. Posiblemente.
Pero, fue al Hospital de Niños, y alguien lo escupió y lo insultó en la cara. No se escapó en ese momento de esa terrible situación.
Me lo contó cuando regresó a la Casa de Gobierno. Ese momento fue una bisagra en su vida.
Creo, estaba muy dolido por esa terrible inundación, que se llevó historias de familias enteras y vidas de seres humanos.
Al otro día, en lancha recorría y se abrazaba con personas que llorando estaban desbastadas.
El Gobernador sólo con su gente en ese terrible momento, de la vida de todos los santafesinos.
Le puso el pecho, sólo. Al poco tiempo, en todos esos barrios santafesinos, sacó más votos que cualquiera. Fue un resultado electoral histórico, pero para Carlos Reutemann, eso le cambió la vida.
Llegaron los escraches.
Patrullas de personas compradas por sectores de la oposición y del mismo justicialismo.
No se podía creer eso.
Un día su sobrino Federico lo sacó en el baúl de su auto, escondido, por esos personajes contratados.
“Hay dos personas, dos dirigentes que me hicieron mucho mal, fueron los que provocaron esos escraches”, me confió un día.
No voy a decir los nombres de esas dos personas, porque están fallecidas. Lo que si voy a decir es que para Reutemann uno de ellos era justicialista y el otro de la oposición.
Reitero, cometió muchos errores, algunos graves.
Y fue este periodista quién se lo hizo saber, a solas y en público.
Pero siempre respetó el trabajo periodístico, de todos.
Seguramente no soy objetivo en mi pensamiento respecto a Carlos Reutemann como gobernador de los santafesinos. ¿Quién lo es?
Me remito a relatar algunas, solo algunas de las anécdotas vividas con él, como dirigente político.
Uh, y cuando me explicó por qué no me había designado como Secretario de Medios en su segunda Gobernación. Jaja. Yo tenía mucha bronca y él lo sabía.
Comimos sandwichitos en la Delegación de la Casa de Gobierno de Rosario, en el piso, durante un par de horas.
Por supuesto que esa explicación nunca la acepté.
O cuando me iban a designar al frente de Radio Nacional y a último momento por presiones externas no asumo.
Lo llamo a él, y le digo que me vetó nuevamente. Muy enojado yo, él, me lo negaba.
No le atiendo el teléfono durante mucho tiempo, tenía mucha bronca.
O cuando me adelantó en off, que se iba a reunir con el Presidente Néstor Kirchner. En el peor momento de su relación. Confrontaciones mediáticas, amenazas judiciales. Ambos se tiraban con todo. Por eso mi sopresa por esa reunión.
Yo no sabía como dar a conocer esa Primicia Nacional. Lo hice sin dar nombres.
Cuando se juntaron a los pocos dias en la Casa Rosada, Néstor y el Lole, yo estaba por casualidad en el Senado de la Nación -jaja-, esperando una resolución de esa cumbre política.
Reutamann regresó a su Despacho, y me contó todo, o casi todo, de ese encuentro con el santacruceño. Todo bien. A Reutemann le sorprendió y mucho el manejo de la Economía que tenía Nestor Kirchner, manejando numeros en una libretita.
Aprendí con el ex corredor y exitoso Piloto de Fórmula 1, que el off era muy importante, que había que respetar la palbra, que a veces había que «comerse» una primicia.
Fue así mi vida en el periodismo mientras Carlos Reutemann Gobernó la provincia y mientras ostentó el Poder, porque los dos gobiernos de Jorge Obeid, fueron porque que el Lole, convenció a la gente que el Turco era la mejor propuesta política.
Nunca me pagó un café.
Y así debía ser.
Lo voy a extrañar mucho a Carlos Reutemann, porque fue una parte muy importante de mi vida y ni hablar que, de mi viejo, el Gran Juan Carlos Fornés.
Fuente: CFIN