Jorge Bergoglio pidió terminar con el maltrato a la mujer, acto que calificó de “satánico”.
En la primera misa del 2022, el Papa Francisco llamó a “trabajar para promover a las madres y proteger a las mujeres” durante su discurso en la Basílica de San Pedro por la Misa de la solemnidad de María Santísima Madre de Dios.
La celebración también fue alusiva a la Jornada Mundial de la Paz, y allí Bergoglio condenó la violencia de género con una frase concreta: “Herir a una mujer es ultrajar a Dios, que tomó la humanidad de una mujer, no de un ángel, no directamente”.
“Cuánta violencia hay contra las mujeres, basta. La Iglesia es madre, la Iglesia es mujer”, expresó el Papa en la homilía que se centró en la “meditación” que -según la tradición católica- tuvo María, indicada como madre de Jesús.
Las madres, según aseguró Francisco, “saben superar obstáculos y conflictos, saben infundir paz”. “Vienen a la mente los rostros de las madres que asisten al hijo enfermo o en dificultad. Cuánto amor hay en sus ojos, que, mientras lloran, saben comunicar motivos para seguir esperando”, amplió.
“Herir a una mujer es ultrajar a Dios”: el Papa Francisco condenó la violencia de género en su primera misa del año
Desde el Altar Central de la Basílica, continuó con la defensa de las madres: “La mirada inclusiva, que supera las tensiones conservando y meditando en el corazón, es la mirada de las madres. Es la mirada con la que muchas madres abrazan las situaciones de los hijos”.
“Es una mirada consciente, que no se hace ilusiones y, sin embargo, más allá del sufrimiento y de los problemas, ofrece una perspectiva más amplia, la del cuidado, la del amor que renueva la esperanza”, agregó Francisco.
Francisco cerró la primera misa del año destacando la labor de la mujer: “Las madres, las mujeres, no miran el mundo para explotarlo, sino para que tenga vida. Mirando con el corazón, logran mantener unidos los sueños y lo concreto, evitando las desviaciones del pragmatismo aséptico y de la abstracción”.
A fines de diciembre, en una entrevista con el canal 5 de Italia, el Papa ya había calificado como “casi satánico” al problema de la violencia contra las mujeres.
“El número de mujeres golpeadas, maltratadas en el hogar es tan, tan grande, incluso por su marido. El problema es que para mí es casi satánico, porque es aprovecharse de la debilidad de quien no puede defenderse, solo puede detener los golpes. Es humillante, muy humillante”, criticó en aquel momento.
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Francisco también apuntó contra la política, a la que le pidió que tuviera un “rol activo” para promover “mayores ofertas de trabajo digno”, al que consideró “indispensable para construir y mantener la paz”.
“El trabajo es un factor indispensable para construir y mantener la paz; es expresión de uno mismo y de los propios dones, pero también es compromiso, esfuerzo, colaboración con otros, porque se trabaja siempre con o por alguien”, desarrolló.