Axion y Shell dispusieron el tercer ajuste en los combustibles en lo que va del año. Analistas advierten que impactará en el índice de precios.
Los combustibles de Axion y Raízen (Shell) aumentaron este domingo hasta un 12%, para sumar el tercer incremento en lo que va del año. Si bien por el momento YPF no acompañó este ajuste, esta suba supone una presión extra a la inflación de mayo y los próximos meses, considerando los efectos “de primera y segunda vuelta”, según anticipan economistas.
De esta manera, en las estaciones de servicio de estas compañías rige un incremento del 10,5% para la nafta súper y el gasoil común, mientras que en los productos premium la suba fue en torno al 12%. Esta actualización se suma a las realizadas en febrero y marzo, por lo que los combustibles acumulan en lo que va del año un alza de hasta el 31%.
Se trata del decimoquinto aumento en los combustibles que se concreta durante la gestión de Alberto Fernández. En ese período, el litro de nafta súper, por ejemplo, presentó una suba cercana de hasta el 130%. En el segmento Premium, el alza superó el 140%. Estos incrementos se encuentran por encima de los ajustes que tuvieron, por caso, las tarifas de gas y electricidad: desde diciembre de 2019, el gas subió en promedio 91% y la electricidad, un 38%. En ambos casos, hay que aclarar que las tarifas estuvieron muchos meses congeladas y se avanza en un esquema de actualización con segmentación.
Aumento de combustibles: impacto en la inflación
Después del abrupto salto que tuvo en marzo, con el dato de 6,7%, se estima que el Índice de Precios al Consumidor tuvo un aumento cercano al 6% durante abril. El aumento de los combustibles, aseguran, sumará presión al indicador de mayo.
“El nuevo ajuste en el precio de los combustibles, con su doble efecto en la dinámica de los precios (impactos de primera y segunda vuelta), viene a agregarle más nafta a una inflación mensual que ya venía impulsada por los anuncios de aumentos en GNC, expensas, prepagas, servicio doméstico y telecomunicaciones, entre otros”, señaló a Ámbito Santiago Manoukian, economista de Ecolatina.
“Si bien en mayo debería volver a desacelerarse, esperamos que la inflación se mantenga en registros elevados, dificultando la recuperación del poder adquisitivo y atentando contra la competitividad cambiaria”, remarcó Manoukian, quien detalló: “Hacia adelante, a la fuerte inercia inflacionaria se le sumarán las revisiones alcistas en las pautas acordadas en las paritarias (que en casos como Comercio o la UOCRA son consistentes con un promedio mensual del 5% en los próximos 9 meses), sumado al combustible extra que aportarán las subas de los servicios públicos y la mayor indexación del dólar, en un contexto de escaso poder de fuego de las medidas de control frente a la falta de un ancla que estabilice las expectativas, una preocupante distorsión de precios relativos y presiones externas por los altos precios internacionales. Así, la inflación en 2022 se encamina a ser la mayor en los últimos 30 años”.
En la misma línea, Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market, señaló: “Cuando hay un aumento de este tipo, generalmente se piensa en términos del uso particular del auto. Pero tiene mayor impacto en el transporte de cargas, porque inmediatamente que aumenta el combustible, se produce un incremento en los listados de precio de los bienes de la economía. Entonces, en un contexto en donde se ve una aceleración de la inflación, le suma mayor nivel de calor a la variación de precios en el mes de mayo, sin dudas”.
Justamente, en el primer cuatrimestre del año el transporte de cargas tuvo un incremento del 25%, según un informe elaborado por Focus Market a través de Paetac (Primera Asociación Empresarios Transporte Automotor de Cargas). “El aumento en el costo de transporte se suma a la corrección de precios relativos de la economía como tipo de cambio oficial, tarifas de servicios públicos, combustibles, que venían aumentando muy por debajo de la inflación núcleo en los últimos dos años. De anualizarse la inflación de hoy a diciembre, manteniéndose una inflación del 5%, estaríamos cerrando el año entre 80% y 90%. Por lo cual es clave que estas variables y las expectativas negativas no sigan su curso para que esto no ocurra”, remarcó Di Pace.