“El día en que yo no exista no va a mermar el tráfico de drogas.”Joaquín ”Chapo” Guzmán
I – Para el caso fue un sábado, muy a primera hora cuando comenzaron a circular los detalles de un nuevo hecho. Para una sociedad que perdió la capacidad de asombro, había un detalle que le hacía prestar una tanto la atención: Una de las víctimas de los sicarios era una niña de un año y medio.
Por lo demás, casi un hecho corriente. Esos que el lector de un medio gráfico no se detiene más que en el titular. Ni el copete se detiene en leer.
II – Como es posible que algún lector no se haya anoticiado, nos referimos a esa pareja y su hija que regresaban de los festejos de un casamiento desarrollado en un salón de calle 25 de mayo al 5300 de Ibarlucea, pueblo en las inmediaciones de Rosario. Circulaban por la ruta 34 en su automóvil particular, un Audi TT, cuando a la altura del km 5 una camioneta VW Amarok blanca los interceptó y comenzaron a dispararle sin mediar gestos ni palabras, a mansalva. El conductor, Iván Maximiliano Giménez fue herido de 13 disparos y su hijita Elena, que iba detrás, recibió 6 tiros, uno de ellos en la cabeza. Con graves heridas fueron subidos a una camioneta Amarok gris trasladados al hospital “Eva Perón” de Granadero Baigorria, pero llegaron sin vida. Apenas pasado un rato, en la zona rural de esa localidad la policía encontró el auto incinerado, con el cuerpo de Erica Romero, de 39 años, la pareja de Giménez.
III – La fiesta se había desarrollado en el country “Campos de Ibarlucea”, para consagrar el matrimonio de Brisa Milagros Leguizamón Ferreyra y Esteban Enrique “Pinky” Rocha.
Ambos tórtolos justo en ese momento debían estar en otro lado. Brisa debería haber estado en su casa, en Rueda al 200 bis, ya que está procesada en una causa por narcotráfico en San Nicolás, provincia de Buenos Aires, donde la beneficiaron con prisión domiciliaria porque tiene dos hijas pequeñas. En el caso de Pinky la situación es mejor ya que había sido excarcelado el año pasado por la Cámara de Casación Penal, en una causa por venta de drogas, en la que la Cámara de Rosario, que había ordenada que fuera detenido.
Vale recordar que el fundamento de la medida de libertad es el principio constitucional que solamente se puede someter a prisión por decisión de una sentencia firme de un tribunal competente.
La fiesta, en la que no se ahorró en detalles, tuvo la virtud de reunir la flor y nata de la mafia rosarina, ligada al líder de Los Monos, Ariel Cantero, alias Guille, preso en el penal de Marcos Paz.
Las dos hijas del líder narco Guille Cantero estaban en la fiesta, y también su cuñada Cielo Barrios. La pareja, Vanesa Barrios, está con prisión domiciliaria, y en similar situación su madre, Celestina Contreras.
La novia, Brisa, es la hermana de Brenda Leguizamón, que todos conocen como “La Diabla”, que en la fiesta llevaba un ajustado vestido amarillo rabioso diseñado de forma que sus más llamativos tatuajes puedan ser vistos, al igual que sus largas piernas. Esta ciudadana, de diabólico mote, también tiene causas en la Justicia federal nicoleña.
IV – Se podrían agregar más detalles, pero no tiene sentido turbar aún más la extasiada mente del lector. Pero, para el curioso, la sugerencia es ver “El patrón del mal”, “El Chapo”, “Narcos” y algunas otras en donde cualquier parecido con la realidad no es mera casualidad.
Sólo como anécdota, las versiones refieren a que Giménez habría extraviado un alijo de 200 kilos –si, kilos- en 2019 que estaban destinados a Esteban Alvarado. No hace falta agregar que esas cosas se arreglan.
V – Los fines de semana pareciera que las cosas no ocurren, los canales de televisión suspenden los noticieros centrales y lo mismo las emisoras radiales. En alguna forma todo recién llegar a los titulares del lunes.
Esto es lo que ocurrió en este caso, pero la vacuidad de las noticias cada día corre más a prisa. Durante la mañana del lunes, fue el tema pero no alcanzó a permanecer un día entero, más todavía casi ni medio día. Promediando la tarde se conoció “la carta” y todo pasó a los análisis y consecuencias de las disputas internas del gobierno nacional con “la renuncia del heredero” y su virtual candidatura –un tanto prematura- para el 2023.
VI – El tráfico de drogas como ilícito penal reconoce su origen en el conflicto que se conoce como la “Guerra del Opio” que enfrentó al Imperio Británico con China. El 23 de enero de 1912 a propuesta de EEUU se aprobó la “Convención Internacional del Opio” y luego de la primera Guerra Mundial, los 25 artículos se incorporaron al “Tratado de Paz de Versalles” de 1919 con el objetivo de “lograr la gradual supresión del uso indebido del opio, la morfina y la cocaína, así como las drogas preparadas o derivadas de estas sustancias, que pueden dar lugar a abusos similares”.
En adelante las soluciones fueron similares, casi nada se avanzó y lo que cambia siempre juega en favor del tema que se pretende combatir. Ejemplo; más policías y departamentos de investigación que rápidamente son cooptados. Las organizaciones, llamadas cárteles en algunos lugares, que se dedican al comercio siguen obteniendo grande beneficios mientras los gobiernos hacen grandes anuncios sobre la persecución pero justifican todos sus mecanismos de represión y aceptan los paraísos fiscales o festejan los emprendimientos comerciales o industriales que sirven para blanquear el dinero que proviene del comercio ilegal.
Los más débiles de la cadena delictiva van a prisión y los jefes siempre la rehúyen y cuando llegan tras las rejas acuerdan con las autoridades para colaborar y el ciclo comienza de nuevo. En tanto, el número de víctimas aumenta y los campos de cultivo de hoja de coca o de amapola se extienden. Siempre en la misma línea de hacer para no hacer, se fumiga con glifosatos que afectan a las poblaciones originarias.
Harto probado, lo hemos dicho tantas veces, que las políticas basadas en la represión son un auténtico fracaso y motivan altivez en los sectores más reaccionarios de la sociedad. Ni que decir de un clásico; la elevación de las penas. La política de la represión a ultranza solo sirve para sostener el statu quo de las superestructuras represivas y ganar por esta vía, y, por ende, aunque no se reconozca, ha fracasado notoriamente.
VII – La autodeterminación y la libertad de las personas son fundamentales, pero el Estado puede establecer los límites y las pautas para que desaparezca el lucro asociado a este fenómeno y con ello encontrar una salida a esta rueda permanente en el que nos encontramos.
Parece que nadie escuchó era reflexión de Guzmán; el día que yo no exista seguirá el tráfico.
Los ingentes recursos que se invierten en la represión indefinida nos remiten al niño que pretende llegar de agua el pozo en la arena con su baldecito. En algunos casos se llega esto por ignorancia, pero en la mayoría de los casos por connivencia.
VIII – Las declaraciones de operadores y “opinadores” vernáculos fueron de lo más variadas pero en la misma dirección, dirección que no lleva a la solución. Es el más claro ejemplo del gatopardismo.
Unos reclamaron –a la justicia federal- que termine con el “garantismo” que niega las prisiones preventivas con una interpretación amplia.
Otros refieren a cierto descontrol, a fallas del sistema y a reclamar más recursos.
No faltaron los que, desde división de jurisdicción, atribuyeron el tema al poco compromiso de la justicia federal.
La primera medida, siempre en esta sintonía, y para cubrir las formalidades ante tanta consternación pública, los novios -Esteban y Brisa- fueron detenidos el domingo.
IX – El tema requiere del compromiso de los actores político, pero este negocio genera una cantidad increíble de dinero y con ello se puede comprar o comprometer voluntades. De ese dinero se proveen algunos integrantes de las fuerzas de seguridad, sectores políticos para las campañas, recordemos que el finado Sebastián Sforza hizo 4 aportes de 50.000 pesos a la campaña de un sector en 2007.
En definitiva y como diría un actor de este escenario: “En un mundo de hipócritas, los sinceros somos los malos”. (Pablo Escobar)
Dr. Ricardo Fessia