El ministro de Gobierno apuntó contra los legisladores. «Piensan que tienen alambrado su departamento y que hay que pedir permiso para entrar», añadió
El ministro de Gobierno, Justicia, Derechos Humanos y Diversidad de la provincia, Roberto Sukerman, visitó la redacción de UNO Santa Fe y sin pelos en la lengua apuntó contra los senadores. «Me parece que hay senadores que se creen que son jeques o príncipes y que tienen alambrado su departamento y que hay que pedir permiso para entrar», dijo y aprovechó para poner en duda la representación de los senadores justicialistas que son mayoría en la Cámara alta, pero que no consiguen trasladar eso a los gobiernos locales donde la mayoría no son del PJ.
Las diferencias entre los senadores que pertenecen al bloque Juan Domingo Perón, que preside Armando Traferri, con el Ejecutivo que comanda Omar Perotti vienen desde antes que el rafaelino llegue a asumir la gobernación. Ahora, en el gobierno no cayó para nada bien una iniciativa que Traferri ingresó el jueves 15 de diciembre que busca regular por ley el Plan Incluir, un programa creado por Perotti para hacer pequeñas obras en pueblos y ciudades de la provincia por 4.000 millones de pesos.
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—En el Senado el justicialista Armando Traferri ingresó un proyecto de ley para regular el Plan Incluir y argumentó con las quejas de los intendentes y presidentes comunales que no recibieron obras, ¿cómo se lee eso en el gobierno? ¿se viene otra disputa en la Legislatura?
—En el terreno legislativo tenemos leyes que para nosotros son muy importantes y que están pendientes, como la de la conectividad que genera la posibilidad de revertir la falta de desarrollo en algunos lugares, algo que no se percibe tanto en las grandes ciudades salvo en los sectores vulnerables que no tienen el poder adquisitivo para pagar los servicios. Ahí el Estado también tiene que llegar para que los chicos tengan la posibilidad de conectarse y no perderse su educación. Vemos que en la Legislatura prosperan los proyectos de la oposición. Está claro que hay sectores que vienen trabajando en conjunto con el Frente Progresista Cívico y Social, pero eso no es de ahora.
—¿Para usted, Traferri está trabajando en tandem con Frente Progresista Cívico y Social?
—Lo que yo digo es que ante posturas como esas uno podría preguntarse por qué iniciativas como estas no se presentaron en el gobierno de Frente Progresista Cívico y Social. Lo que vemos es que el Frente Progresista quiere que hoy sean leyes programas de gobierno que tuvieron y que no establecieron como leyes.
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—Justamente sobre el final del último gobierno del Frente Progresista fue Traferri quien presentó el proyecto para que sea ley el Plan Abre, una herramienta muy similar al Plan Incluir.
—El Plan Abre llegaba a muy pocas localidades, el gobernador lo que hizo es decir que eso era discriminatorio con el resto de las localidades y expandir el territorio al que llega el plan. No es que esté mal la regulación de una política pública para que quede en un futuro para las sucesivas gestiones. Lo que llama la atención son las formas en las que se manejan determinados senadores que claramente no responden al oficialismo cuando de alguna manera ingresaron en este último período acompañando la candidatura de Omar Perotti. Uno no pretende que la Legislatura sea una escribanía, pero sí que los senadores y los diputados que ingresaron en este período apoyando a Omar Perotti acompañen sus proyectos.
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—¿Qué fue lo que se rompió entre Perotti y Traferri?
—No sé qué es lo que se rompió, pero está claro que no responden a los planes del oficialismo. Pero esto tiene una historia que tiene que ver con el presupuesto 2020, que fue votado en 2019 antes que asuma Perotti, por un acuerdo de esos senadores con el Frente Progresista. Con eso privaron al gobernador de tener su primer presupuesto cuando apenas asumía. Son muchos los temas que llaman la atención. Podemos mencionar algo que nunca sucedió en la historia de la Legislatura, y eso se lo pueden preguntar a cualquier historiador, cuando dos leyes (N. del R. la de incompatibilidad de cargos entre los distintos poderes y la de control de fondos reservados del Ministerio de Seguridad) que estaban claramente apuntadas contra un ministro (de Seguridad, Marcelo Sain) del Poder Ejecutivo tuvieron una su inicio en Diputados y la otra en el Senado de forma simultánea y en 20 minutos se votaron las dos leyes de manera cruzada en las dos cámaras. Eso no sucedió jamás en la historia de la Legislatura. Me parece que queda claro que hay senadores que están siendo aliados de una fuerza opositora y que permanentemente junto al Frente Progresista se encargan de criticar y ser muy crudos como si no hubiesen gobernado la provincia de Santa Fe durante 12 años en un momento tan difícil como el que tenemos ahora.
Armando Traferri, senador por San Lorenzo, y Omar Perotti, gobernador de la provincia.
Armando Traferri, senador por San Lorenzo, y Omar Perotti, gobernador de la provincia.
—¿Cómo impacta eso en un año electoral donde el gobierno tiene que armar una estrategia para tratar de sostener los gobiernos locales del mismo signo político y sumar otros?
—Nosotros tenemos un desafío doble: uno es el nacional, con diputados y senadores; el otro tiene que ver con una lógica de gobiernos locales donde se eligen presidentes comunales, concejales y 12 intendencias. En definitiva son distintas cuestiones porque en lo local hay una lógica que predomina de cada localidad y de los candidatos y las fuerzas políticas.
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—Ahí tienen mucha llegada los senadores. Por eso le pregunto: ¿van a caminar juntos la provincia con los senadores justicialistas o los que mantienen sus diferencias con Perotti harán su propio camino?
—Nosotros cambiamos un poco esa lógica y estamos teniendo un trato directo con intendentes y presidentes comunales.
—Eso generó mucho malestar en los senadores.
—Pero en realidad, esto no tiene que ver con una cuestión de revancha política, sino con lo que la sociedad necesita. La sociedad no necesita intermediarios, lo que necesita es que las políticas le lleguen de forma directa. Lo cierto es que vimos en plena pandemia cómo eso funcionó, cómo el gobernador semanalmente como mínimo se reunía con los intendentes y presidentes comunales y ya en campaña había dicho que los intendentes y presidentes comunales eran los brazos ejecutores de las políticas provinciales. No lo dijo después cuando pudo tener alguna diferencia con los senadores, lo piensa así, es municipalista, fue intendente, sabe lo que implica conducir un territorio y, de hecho, tengo a mi cargo por mandato del gobernador no solo en el ámbito legislativo la extensión de los mandatos de las comisiones comunales a cuatro años, sino también, avanzar en la autonomía municipal que es justamente de lo que estamos hablando, profundizar el poder de los gobiernos locales. Cada uno tendrá que hacer su lectura en cuanto a lo que quiera representar. Yo llegué a escuchar a un senador decir que el gobernador iba al departamento y no le avisaba siendo la máxima autoridad del departamento. Me parece que hay senadores que se creen que son jeques o príncipes y que tienen alambrado su departamento y que hay que pedir permiso para entrar. Esto no es bueno para la política. Además, si los senadores fueran tan representativos seguramente tendrían más comunas o municipios del mismo color político y eso no sucede. En teoría la gran mayoría de los senadores es Justicialista, sin embargo, la gran mayoría de intendencias y comunas no son de nuestro signo político. Acá hay cuestiones muy interesantes para analizar en otro momento como la boleta única donde cada uno trabaja su lista y hay una falta de interés en las otras candidaturas.
Roberto Sukerman, ministro de Gobierno, Justicia, Derechos Humanos y Diversidad de la provincia.
Roberto Sukerman, ministro de Gobierno, Justicia, Derechos Humanos y Diversidad de la provincia.
—Sukerman, ¿usted está diciendo que el gobierno tiene un proyecto para modificar ese sistema electoral antes de terminar la gestión?
—No, no es una prioridad del gobierno. Lo digo yo como ministro de Gobierno y constitucionalista, que hay muchas cuestiones de nuestra Constitución y de nuestra legislación electoral que están generando problemas institucionales a la provincia. Tenemos una constitución que establece que el que gana la lista de Diputados se lleva 28 bancas, una mayoría automática. Pero eso estaba pensado para generar gobernabilidad, la idea era que esos 28 diputados los tuviera el que gana la gobernación. Sin embargo, ya es la segunda vez que un gobernador, en lugar de 28 y una mayoría automática como establece la Constitución, tiene una minoría automática, tiene una oposición automática. Le pasó a Bonfatti y ahora a Perotti. Esto no es sano porque si yo conjugo la mayoría automática de la Constitución y la boleta única, me genera esta situación. Porque si tuviéramos boleta única, pero no hay mayoría automática sería otra la situación. Nosotros tenemos seis o siete diputados, si contamos algún aliado. Las fuerzas políticas deberíamos reflexionar sobre esto y repensar si esto es sano. No lo digo porque a mí me haya perjudicado la Boleta Única, porque siempre fui candidato con Boleta Única, gané las internas, no es que lloro por la leche derramada. Lo que digo es que la Boleta Única genera que tengamos que poner como cabezas de lista a personas muy conocidas y por eso surgen personas que no vienen de la política porque no puedo pensar en un proyecto político integral donde pueda poner a personas muy valorables para esos cargos aunque no sean muy conocidas públicamente. En ese sentido también hay cosas para revisar, pero no es una prioridad del gobierno sino que lo planteo dentro de las cosas que institucionalmente, cuando se pueda, habrá que rediscutir como estamos planteando el aumento del plazo de las comisiones comunales, la autonomía y como las mismas comisiones comunales están planteando que no quieren ser más comunas y sí municipios, que haya grados de autonomía, las formas de gobierno de las comunas. No es algo mío, sino que es un tema que está dando vueltas. Formas de modificaciones hay un montón.
—¿Es una discusión que se va a dar después de las elecciones?
—No, no sé si se va a dar. Lo que está claro es que tenemos una legislación electoral muy profusa, muy ambigua y que necesitaríamos generar una nueva legislación electoral aunque no se modifique nada de los sistemas. La legislación en sí es muy diversa, muy antigua y se debería aggiornar. Pero no es que sea una prioridad de gobierno. Lo planteo porque como gobierno tenemos la obligación de ver lo inmediato, pero también tenemos la obligación de pensar a 20 años porque sino estaríamos haciendo mal las cosas.