Elon Musk tomó el control de Twitter el jueves al cerrarse su acuerdo de 44.000 millones de dólares para hacerse con la compañía.
Como uno de sus primeros movimientos, despidió a varios altos ejecutivos de la compañía, según tres fuentes familiarizadas con el tema que hablaron bajo condición de anonimato. Uno de ellos confirmó que el acuerdo ya se cerró.
El Director General Parag Agrawal, el Director Financiero Ned Segal y Vijaya Gadde, Jefe de Política Legal, Confianza y Seguridad, fueron despedidos, según las tres fuentes consultadas. Sean Edgett, Consejero General de la empresa, también fue despedido.
Los movimientos de Musk de última hora muestran sus intenciones de poner su sello personal en una de las empresas de redes sociales más influyentes del mundo. Musk ha criticado públicamente a la directiva saliente de Twitter por las decisiones sobre los productos y la moderación de los contenidos.
El cierre de este acuerdo puso fin a una saga de meses de duración en la que el multimillonario -el hombre más rico del mundo- llevó a cabo una adquisición hostil para comprar la empresa a un precio exagerado, sólo para renegar del acuerdo y luego entrar en una amarga batalla legal con la red social.
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En los últimos días, Musk parecía resignado, e incluso entusiasmado, con su compra inminente. El miércoles se presentó en las oficinas de la empresa de forma inesperada, cargando un lavabo con sus manos para sugerir que el mensaje de que se convertiría en propietario tenía que “calar”, según una foto que publicó a sus más de 100 millones de seguidores en Twitter.
El multimillonario tiene previsto celebrar una asamblea general de la empresa el viernes.
Elon Musk debe completar la adquisición de Twitter como muy tarde este viernes si quiere evitar ir a un juicio contra la red social en el que, a priori, lleva las de perder.
La compra de Twitter por parte de Elon Musk lo coloca al frente de una de las plataformas de comunicación más poderosas del mundo a pocos días de las principales elecciones legislativas en Estados Unidos y de las presidenciales en Brasil.
Musk, un magnate del transporte que también es director de Tesla y SpaceEx, ha ofrecido algunas pistas sobre lo que haría al hacerse cargo de Twitter, a pesar de no tener experiencia en la dirección de un servicio de redes sociales.
Ha sugerido que quiere flexibilizar las normas para la vigilancia de contenidos nocivos, como la desinformación y el discurso de odio, y ha dicho que traería al ex presidente Donald Trump de vuelta a la plataforma. También ha denunciado la llamada “censura” de las empresas de redes sociales.
Fuente: Infobae